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Xavier Theros y "Barcelona a cau d'orella"

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El día que conocí a Xavier Therosél estaba en pleno proceso de investigación de la ciudad para escribir el libro que acaba de presentar. Nos encontrábamos en el bar Borrell después que Xavier se pateara todo el Raval resiguiendo el camino marcado por Josep María Carandell en la “Guía secreta de Barcelona”.  Esa mañana, descubría que la entrada al cuartel de la Guardia Civil de la calle Sant Pau (frente al monasterio benedictino) era un vestigio de la Barcelona industrial de principios del siglo XX. Concretamente, la entrada a la fábrica de la España Industrial. Luego, tras nuestra charla, estoy segura que encontró otras cosas de las que no me enteraré hasta que empiece el libro que tengo en mis manos.  

Desde que Xavier me contó que estaba escribiendo una nueva versión de la “Guía secreta de Barcelona”, que esperaba que llegara este momento. Soy tan fan de las tres versiones del libro de Carandell (las tengo todas) como del trabajo de Therosy sé perfectamente que él es la persona indicada para llevar a cabo un trabajo como este.



En la presentación de “Barcelona a cau d’orella”,Theros estuvo acompañado de Manuel Delgado, Joan Sala (director de la editorial Comanegra) y Consuelo Bautista(autora de las fotografías del libro). Delgado, que es antropólogo y fue profesor de Xavier (y mío) durante los años de universidad, ejerció de maestro de ceremonias. Durante su intervención, habló de la gran tienda del mundo en que se ha convertido esta ciudad. Sentimiento que comparto con él y con muchos de los que allí estábamos presentes y que, de hecho, es una conversación que he mantenido otras veces con algunos de mis compañeros blogueros.

Delgado nos contó que “Barcelona a cau d’orella” pretende mostrar la historia que no aparece en los libros de texto. Justo de eso mismo estuve hablando con una persona, minutos antes de empezar la presentación. De que mi afición por la historia de Barcelona radica en el gusto por descubrir la cara oculta de la ciudad. Esa que no nos cuentan los manuales. En ese sentido, Manuel Delgado nos habló de Juan José Lahuerta y su libro Destrucción de Barcelona y, también, de que Theros nos devuelve la esperanza que aún exista una “Barcelona secreta”. Yo creo en ella gracias a personas como Xavier que se empeñan en sacar a la luz las historias olvidadas de nuestra ciudad.

Fotografía: L'ALTRANGE

Theros, durante su intervención, confesó que “Barcelona a cau d’orella” no habría sido posible si previamente no existiera la guía de Carandell. También, que el encargo recibido era un regalo envenenado para él ya que, inicialmente, la idea era hacer una nueva versión manteniendo el libro original. Cosa harto imposible dado que muchos de los lugares allí citados ya no existen. Además, la ciudad que describía Carandellera la que dejaban Franco y el alcalde Porcioles, muy alejada del gran parque de atracciones turístico que es ahora.  Por eso, Xavier le ha dado nuevo enfoque resiguiendo el camino marcado por su antecesor y dejando constancia de lo que hay en su lugar.

Fotografía: L'ALTRANGE

Barcelona, como ciudad viva que es, se mueve y cambia constantemente. Eso, en parte no es malo. Lo malo viene cuando, a causa de esta renovación, perdemos lugares emblemáticos e históricos de la ciudad. Últimamente, esto ocurre más a menudo de lo que debería y, con el vencimiento de los viejos contratos de alquiler en 2014, aún será peor. De momento, entre los comercios caídos hay La casa de las mantas  y las librerías Catalonia y Canuda, por citar algunos. Entre los que caerán, la Juguetería Monforte (Pl. St. Josep Oriol), la bombonería Fargas y El Indio de la calle del Carme.



Durante la presentación, Theros habló de las calles por las que los barceloneses pasamos a diario sin prestarles ninguna atención. Son lugares que no nos transmiten nada porque poco o nada sabemos de su historia. En cambio, si alguien nos cuenta un dato curioso de ese lugar, lo guardaremos en nuestra memoria y, la próxima vez que pasemos por allí, seremos incapaces de hacerlo de forma neutral. A mí me suele ocurrir y estoy segura que a muchos de los presentes ese día en el CCCB, también. Me pasa cuando estoy frente al carrer del Cagar-hi(del que conozco su existencia gracias a Josep M. Carandell), ante el Hotel Orientede las Ramblas (donde se alojó Hans Cristian Andersen cuando la gran riada de la Rambla de 1863) o ante la antigua Plaza de toros de la Barceloneta, el Torín. De ella no queda rastro. En su lugar, se erige la sede de Gas Natural diseñada por Benedetta Tagliabue. También, la misma sensación  me invade cuando descubro una nueva imagen de Hermes(el semidiós griego protector del comercio) escondido en un rincón de la ciudad. Justo lo que busca Theros en el lector de “Barcelona a cau d’orella”. .. Pues puedes estar seguro, Xavier, que conmigo consigues tu propósito.





Los santos inocentes: un día nefasto que pasó a ser un día de cahondeo

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“La matanza de los inocentes”, justo aquí arriba representada, es una de las escenas de la infancia de Jesucristo que decoran la capilla de los Scrovegni de Padua, pintada al fresco por Giotto allá por 1305. 

Sabemos de este episodio de la vida de Cristo gracias a San Mateo y su evangelio. En él relataba la historia del rey Herodes que, por temor a ser destronado, ordenó el asesinato de todos los varones primogénitos menores de dos años. Aunque San Mateo no detalla el número de niños muertos, se suponía que serían cientos. Con el tiempo, la creencia fue en aumento y subiendo el número de víctimas hasta cifras desorbitas. En cambio, determinados historiadores expertos en el tema, aseguran que no serían más de treinta si nos basamos en la población que entonces habitaba en Belén.

Sobre Herodes, no hace mucho leí una entrevista de Jacinto Antón al arqueólogo y arquitecto israelí Ehud Netzer que se ha pasado un montón de años estudiando al rey y buscando su tumba que, por lo que parece, ha encontrado en el Herodión (Cisjordania). Un complejo de fortaleza con palacios que el propio Herodes mandó construir. La entrevista, publicada en su libro “Héroes, aventureros y cobardes” es magnífica y recomiendo leerla para saber más sobre el tema.



Todo esto viene a cuento porque hoy es 28 de diciembre, día de los inocentes. Una fecha tradicionalmente nefasta para los católicos, si nos atenemos a San Mateo. Pero hubo un momento en que todo cambió y ese día, oscuro y de mal augurio, pasó a ser un día de mofa, broma y cachondeo aunque ahora cada vez lo es menos. Por lo que he podido deducir, fue a principios del siglo XIX cuando la gente se empezó a tomar en broma lo trágico de ese día y le dio la vuelta al asunto. De esa época ya hay dibujos de chavales con la llufa en mano preparada para colgar en la espalda del primer despistado.



Muchos años después, ya en época de la posguerra, los niños seguían clavando llufas, previamente recortadas con los restos del papel de diario de casa, aunque también disfrutaban con otro tipo de bromas más elaboradas. Por ejemplo, acudir a misa y entretenerse a coser las faldas de las feligresas, unas junto a otras, aprovechando que las señoras estaban sumidas en la oración.

Fotografía: Pérez de Rozas
Aparentemente, parece que los niños deberían ser los más bromistas pero los adultos también hacían de las suyas. Los gremios tenían sus clásicas inocentadas siendo los herreros y los panaderos los más bestias de todos. Entre los primeros, era clásica la broma de la herradura ardiendo abandonada en la calle a la espera que algún despistado la quisiera recoger. Cosa que siempre ocurría. Los panaderos, en cambio, solían introducir clavos y astillas en el pan recién hecho.

Luego, la cosa se extendió tanto que hasta los medios de comunicación empezaron a introducir bromas como si de noticias se trataran y, en Barcelona en los años 60, un diario publicó que el monumento a Colón se había derrumbado. Y claro… Hubo quién se lo creyó y se acercó al final de las Ramblas a comprobarlo.

Por otra parte, las clásicas inocentadas siempre me han hecho pensar en los tebeos de Bruguera. Es un recuerdo de la infancia que ha vuelto a mi memoria al buscar imágenes para ilustrar este post. He encontrado unas  cuantas en el blog de Joan Navarro. Concretamente, de Cifré (1955), Sanchís (1959), Peñarroya (1959) Ibáñez (1960) y Escobar (1962).


Aquí, Cifré (en 1955) diferenciaba entre los tipos de personas que se dedicaban a colgar las “llufas” y sus víctimas.



Peñarroya, en 1959, realizaba un repaso a la historia de la inocentada en viñetas.



Sanchís, en el mismo año, representaba lo que sería la redacción de Bruguera el día de los inocentes. Ahí salen todos…


Ibáñez nos ilustraba sobre el tipo de inocentadas que se realizaban en la España de los años 60.



Escobar, más salvaje, en 1962 relataba la historia del pobre señor Inocencio, que tuvo la desgracia de nacer el 28 de diciembre y, por culpa de eso, su vida fue todo un drama.

Luego, en época del Tiovivo,Vázquez (1969) y Segura (1972) realizaban este par de páginas sobre el mismo tema.


Vázquez, en el Almanaque de 1969, riéndose de él mismo y de su fama de moroso.


Segura, en 1972, se imaginaba cómo serían las inocentadas en el año 1800.

Así trata La Vanguardia a sus colaboradores

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Hoy estábamos comiendo en Sitges (en casa de la suegra), cuando he recibido un correo de Miguel Gallardo informándonos, a unas cuantas personas, que acababa de ser despedido de La Vanguardia. No sólo él, sino también sus compañeros ilustradores Meritxell Duran, Raul y Arianne Faber. Una noticia que, aunque ya era de esperar, no por eso es menos dolorosa.

Luego, tras difundirlo por todo twitter, me he enterado que la cosa aún es peor y que no sólo los ilustradores se han quedado sin trabajo estas navidades sino también la práctica mayoría de los periodistas de la sección de cultura y espectáculos.

Una de las primeras ilustraciones de Gallardo realizadas
para la columna de Quim Monzó, en 1994

Sin nada más qué decir, les dejo con la reproducción del mail que he recibido:

"Mi última ilustración para el Magazine de La Vanguardia. Después de 20 años trabajando en el diario y el dominical, aprovechando la Navidad y sin previo aviso he sido despedido junto a mis compañeros del Magazine, Meritxell Duran, Raul, Arianne Faber y otros, exceptuando a Jordi Labanda.

Gracias a los directivos y jefes de la Vanguardia por hacerlo siguiendo la política habitual del diario: a escondidas, sin ningún aprecio por los ilustradores catalanes y vulnerando los mínimos derechos de los trabajadores.

Gracias por hacerlo en Navidad."






Las mentiras de Daniel Ausente

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Llega Carlos Acevedoa casa y nos trae los cuatro libros de El butano popular” recién salidos de la imprenta: Corazón conejo, Detrás de ti en el Museo delTraje, Creaciones Madridy Mentirési es necesario. Daniel Ausente, feliz con los libros en sus manos, me mira y me dice …” Podrías hacerme una entrevista… Al fin y al cabo, el libro trata sobre Barcelona”.

Unos días después, con el libro ya leído, me llevé a su autor a cenar al paki (que quedó institucionalizado como el restaurante de las entrevistas) y, entre pollo shalimar, cordero al curry y una botella de vino salió esto:

Roser: Abro el libro y la primera frase que leo es “Fui mordido por un mono y picado por un escorpión”. Pues suerte que el bicho no tenía veneno o no te hizo efecto. De lo contrario no te habría conocido.

Absence: Bueno, no creo que los escorpiones del Garraf sean venenosos hasta ese punto. Como mucho, podrías haberte casado con un manco.

Roser: Pues mira, si fueses manco cobrarías invalidez y esas cosas a mi madre le gustan mucho… Pero hablando de otra cosa… ¿No te da vergüenza que yo, tu esposa, lea las historias que cuentas sobre tus rollitos de adolescencia? Que si le tocas las tetas a la tal, le miras el culo a la cual o le das lengüetazos a fulanita…

Absence: Por eso te puse la película esa, Scott Pilgrimvs. The world. Además, tú también tenías tus ex ¿no?


Roser: Sí, pero no me atrevería a contarlo en un libro. Por muy desvergonzada que sea, contar cosas de esas sí que me dan un poco de apuro, sí…

Absence: ¿Y a ti te molesta mucho que salgan mis novias de juventud?

Roser: No, en absoluto. Me ha hecho reír. Pero por otra parte, hay algo que quiero saber y es por qué no salgo en el libro. En cambio, nuestro hijo mayor sí que aparece.

Absence: No sales porque cuando llegaste tú se acabó la tormenta…

Roser: Vaya, pues ahora no sé si tengo que alegrarme o apenarme por no ser un personaje del libro.

Absence: Creo que no sales porque ya eres otra parte de la historia…

Roser: Sí, de cuando aparezco con mi familia. ¿Y qué me dices de ellos? Te da para dedicarles otro libro entero.

Absence: Sí, y si “Mentiré si es necesario” está lleno de fantasmas el otro podría ser muy terrorífico y gore. Podría titularse algo así como “¡Espeluznante! Historias con mi suegra”.

Roser: Por cierto… Suerte que a mi madre no le gusta leer… Porque si alguna vez llega a pillar el libro y lo lee puedes estar seguro que me obligará a divorciarme de ti por drogadicto y mujeriego.


Absence: Al principio a tu madre no le gustaba nada. De hecho, lo primero que me dijo fue “el anterior novio de mi hija era más guapo que tú”.

Roser: Bueno, es que era así. Lo que pasa es que tú me hacías reír más. Algo que es muy importante para mí. Luego, mi madre descubrió que eras el hijo del “Tortilla”, que es como llamaban a tu padre los chavales del barrio. Ella lo sabía porque, por esas cosas de la vida, mi familia materna y tu familia paterna eran vecinas y mis tíos jugaban con tu padre. Además, por ahí estaba tu abuela, que tuvo cuatro o cinco maridos porque se le morían uno tras otro…

Absence: Sí… Pero no se casó con todos. Con algunos se amancebó.

Roser: Y al morir los enterraba a todos juntos. ¿Te imaginas por qué?

Absence: Supongo que lo hacía para que hablaran de ella en el otro mundo y para pasear los muertos por el pueblo….

Roser: A ver… Explícate mejor.

Absence:Mi abuela solo regresaba a para enterrar al nuevo muerto. Cuando se marchó del pueblo se fue a vivir a Tarragona y luego a Barcelona, donde se quedó para siempre.

Roser: Volviendo al tema de mi madre y, para que te vea con mejores ojos, siempre le puedo explicar que desciendes del Senyor del Pallarsy que reclamarás el castillo que te pertenece.

Absence: Esto lo cuento en el libro pero no aparece en ninguno de los textos del butano publicados en la web. Es un añadido posterior. Llegados a este punto, debo decir que todos los artículos que escogí para el libro los revisé a fondo y, algunos, los modifiqué. Unos más que otros. Y eso del señor del Pallars viene de una carta que recibió mi madre de un pariente lejano de mi abuelo Castany, que también se apellidaba Erill y era del Pallars. En cambio, en el libro hablo de los Castañé y lo hice por una película de Luís de Funes.

Roser: Sí, me acuerdo que gritaba… “¡Castañéeeeee!”

Absence: Exacto, y eso me hacía mucha gracia. De hecho, de pequeño, yo a Luís de Funes les llamaba señor Castañé.

Roser: Ah, pues yo pensaba que el cambio del apellido en el libro era para esconderos un poco. Como casi a todos los que aparecen les pones nombres falsos…



Absence: Volviendo a lo que te decía, ese pariente lejano de mi abuelo escribió a mi madre para explicarle que los Erill descendían de los antiguos señores feudales del Pallars.

Roser: Antes hablábamos de que los nombres de los personajes del libro suelen ser falsos, aunque no siempre es así. Pero… ¿No te da miedo que alguien lo lea, se reconozca y no le guste lo que dices? Ten en cuenta que a veces cuentas cosas bastante gordas de gente que, si lo lee, seguro que se va a reconocer.

Absence: Pero sólo se reconocerían ellos. Además, la historia está ficcionada. De hecho, el título ya lo dice todo… “Mentiré si es necesario”.

Roser: Del piso en el que vivías con tu madre y tu hermano me acuerdo de los porteros y su hijo…

Absence: Esos ya deben estar muertos. Los porteros eran mayores y su hijo llevaba una carrera directa a una muerte temprana.

Roser: Y encima le dejabas El Víbora… Se debería ver identificado con El Niñato…


Absence: Seguro… Y con Conan también

Roser: Además al chaval le iba el tema OVNI

Absence: Sí, pero eso es ya la decadencia.

Roser: Era un quinqui perdido en un barrio pijo.

Absence: San Gervasio, que es el barrio en el que vivía con mi madre, teóricamente es un barrio pijo pero hay determinadas zonas del barrio que, hace 25 años, no eran tan pijas como parece. En los alrededores del parque Monteroles había mucho quinqui suelto.

Roser: Cierto, a mi no me dejaban ir a jugar allí.

Absence: Cruzando el Missisipi, que era General Mitre, había un par de callejuelas con gente un tanto rara. Pero bueno, que el hijo de los porteros era como el Vaquilla. Cuando pilló la hepatitis, su madre me pidió que le prestara tebeos y le dejé Conan y el Víbora. Con eso me gané su amistad para siempre.



Roser: Y tu pobre madre… ¡Vaya susto se llevó al saber lo que hacías de chaval!

Absence: Hasta hace poco lo que más palo me daba es que me leyera mi madre pero resulta que e hace mucha gracia todo lo que explico sobre mi padre, mi abuelo y mis tíos. Ha sido curioso que se haya asustado tanto con lo de las drogas. Se lo comentó a mi hermano y él, como no ha leído el libro, le explicó más cosas que no aparecen. Como que nuestro vecino, el pequeño de los Aguirre, guardaba bolsas de droga en nuestra casa. Y claro, eso le puso los pelos de punta.


Roser: ¿Y ella qué dice sobre que escribas acerca de sus parejas?

Absence: Le hace gracia. Pero en el libro preferí quedarme con la parte importante, que es que mi madre era una niña pija que se separó del marido, se quedó sin dinero y nos sacó adelante.

Roser: Entre tantas cosas raras que pasaban en tu familia, he flipado bastante con lo del señor de Ghana y el inspector de policía amigos del novio de tu madre. Esos que tenían algo que ver con el atraco al Banco Central… ¿Pero con qué gente os juntabais?

Absence: Es una historia muy rara que no he podido desentrañar del todo. Un buen día vinieron a la casa de Sitges estos dos personajes. Uno era un tipo raro, ex guardia civil, que explicaba unas historias que encantaban a mi abuelo. El otro, era un negro enorme que nos dijo que era Ministro de Defensa de Ghana o algo así. Le caí bien y decía que me llevaría a su país a estudiar inglés. Seguramente porque, en algún momento, mi abuelo les diría “este es un inútil. A ver qué hacéis con él…” Pues esos dos vinieron un par de veces y luego dejaron de hacerlo. Luego, al cabo de un tiempo, supimos que habían estado implicados en el asalto al Banco Central, aunque no sabemos cómo.

Roser: Cuando en “El butano popular” empezaste con la sección de “El corro de la patata”¿Pensabas que acabarías contando, con pelos y señales, la historia de la familia Castañé?

Absence: No, que va. Carlos Acevedo y Rubén Lardín me pidieron que escribiera sobre Barcelona y, especialmente, sobre mi juventud en la Barcelona de los 80.



Roser: En teoría tenías que ser la otra cara de Grace Morales, ¿no? Ella escribía sobre Madrid y tú debías hacer lo mismo sobre Barcelona.

Absence: Exacto. Lo que ocurre es que, poco a poco, en mis textos se fue colando mi familia.

Roser: Y al final se metieron de lleno.

Absence: No tardó mucho. Al final acabó saliendo todo por ahí: las historias  de mi familia y mi juventud. Al acabar la primera temporada del butano me di cuenta que todo lo que llevaba escrito estaba cogiendo forma de libro y memoria autobiográfica. Además, exagerada. De las que me gustan... A lo Hunter S. Thompson o Joe Matt. También vi que el personaje de mi abuelo despertaba mucha simpatía y yo me fui guardando algunas cartas, como su pasado en el cine, que luego fui explicando. Pero entonces yo ya veía que tenía forma de libro y me lo fui tomando más en serio. Luego, cuando me propusieron lo del libro, como tenían que ser 150 páginas, decidí tirar por la parte autobiográfica que completé con tres capítulos nuevos y otro que ya estaba pero que modifiqué mucho.


Roser: ¿Cuantas temporadas lleváis del Butano en Internet?

Absence: Tres.

Roser:¿Te acuerdas de cuál fue el primero que escribiste?

Absence: Sí, porque está publicado por orden cronológico en la web. Ese no está en el libro. Fue Pedrín el maoísta e incluí un fragmento de ese texto en la primera versión del libro. Para escribirlo, me puse a mirar quienes fueron los cronistas de Barcelona y al final acabé haciendo una historia donde aparecían mi tía y mi madre. Era una anécdota divertida pero que al final fue descartada por problemas de espacio.

Roser: Eso me hace pensar que, al estar todos publicados en la red, la gente se puede entretener buscando los artículos del libro y comparando los cambios que han sufrido…

Absence: Cuando dentro de cuarenta años me estudien en las universidades podrán cotejar la versión vieja con la nueva y cosas así.

Roser: Otra de las cosas que hacías de juventud era echar las cartas a las amigas veganas de tu madre…

Absence: Me aprendí las cartas del Tarot y las echaba a todas sus amigas, fueran vegetarianas o no. Entonces yo tendría unos 14 o 16 años. Las cartas van bien porque te estimulan la imaginación. Te dan una historia y, si tienes imaginación, la compones. Por eso entiendo que haya escritores que las utilicen como recurso para que le salgan historias. Philip K. Dick utilizaba el Iching, que es aquello de los palillos chinos, y Jodorowskylas cartas del tarot.

Roser: A una de ellas le dijiste que su marido le metía los cuernos y la liaste parda…

Absence: Encima acerté. ¡Era verdad! Pero la historia era más larga porque luego esa señora se lió con mi padre.

Roser:¡Atiza!

Absence: Pero eso ya fue cuando mis padres estaban separados.


Roser: Pues aprovechando que sabes echar las cartas y estamos faltos de dinero quizá te podrías dedicar un poco anunciándote como Chamán Ausente. Igual ganarías más dinero que con los libros…

Absence: Pero yo no soy un charlatán. Lo que sí podría es probar de utilizarlas para inventarme historias.

Roser: Pero conmigo no lo intentes.

Absence: Ahora ya es tarde pero podría haberme dedicado a ello. Lo que ocurre es que, como cuento en el libro, esos follan mucho y para ti no sería bueno.

Roser: Bien pensado no me veo como esposa de Chamán. Por otra parte, ahora que dices que follaban mucho… ¡Tu abuelo y tu padre…. Vaya unos ellos! Suerte que tú no eres así. Eres un buen chico, creo.

Absence: Igual lo que yo estaba era sepultado por la losa de esos dos machos alfa y ahora me los he sacado de encima…

Roser: ¿Y qué me dices de Pablito Calvo? Tu abuelo se lo llevó a comer a casa una Navidad como quién se lleva a un pobre a la mesa y tu madre y sus hermanos le hicieron la vida imposible.

Absence:  Lo tuvieron en casa durante una Navidad porque el niño estaba rodando una película en Barcelona y no tenía con quién pasar las fiestas. Además, era una estrella. El protagonista de “Marcelino pan y vino” y a mi madre y a sus hermanos eso no les cayó muy bien. Imagínate la situación.


Roser: Por otra parte, si algo queda claro en el libro es que la casa de tu abuelo es una obsesión para ti. Sale una y otra vez.

Absence: Supongo que es normal porque de pequeño iba mucho a esa casa. Era un piso enorme. Iba todos los fines de semana y, entre semana, comía allí cada día porque tenía el colegio al lado. Por tanto, uno de los recuerdos más fuertes que tengo de mi infancia es ese. El de estar en una casa enorme,de diez habitaciones, y recorrerla entera. Además estaba repleta de libros de ciencia ficción de mi tío y revistas de todo tipo como Interviu, El Papus, Hermano LoboEn fin, de todo.


Roser: Para terminar con la entrevista sólo me queda una cosa por decirte muy importante para mí y es que todos los hombres de tu familia, excepto tu abuelo, murieron a los 54 años. ¡Espero que tú me dures más!

Absence: Pues es verdad… Pero muere mucha gente a esa edad. Yo creo que si superas los 56 ya estás salvado y morirás de viejo. Morir a los 50 es por la mala vida… Además, yo no te podré dejar una gran herencia, a no ser que este libro sea un bombazo y nos dé mucho dinero.

Roser: Quién sabe… Igual es un best seller. Además, este es tu segundo libro en solitario.

Absence: Es verdad, pero también es cierto que todos han salido acompañados. Es decir, formando parte de un conjunto. Black super poweriba en una caja con otros libros, la Black pulp box, aunque ahora ha sido separado de la caja y se puede comprar individualmente. Y este, Mentiré si es necesario, forma parte de un grupo de cuatro. Ahora bien, creo que mi próximo libro va a ser en solitario y no va a tardar mucho.

Roser: Ahí queda la cosa, ¿no?


Absence: Tú me ves trabajar en él, yéndome a dormir cada noche a la una…



La visita a Barcelona de Buffallo Bill con indios y vaqueros

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William Frederick Cody. Coronel del ejército norteamericano, explorador y hábil cazador de búfalos que sirvieron de alimento de los trabajadores del ferrocarril. Concretamente, de los obreros que se encargaban de la construcción del Kansas Pacific Railway. De hecho, en el tiempo de diez meses, esos hombres llegaron a ingerir más de 4.000 búfalos gracias al avituallamiento de Will Cody, razón por la cual consiguió una medalla de Honor y se ganó el sobrenombre de Buffalo Bill.

De él se dice que, a los 13 años, se alistó en el ejército americano como miembro no oficial de los exploradores para guiar a los soldados hacia Utah. Luego, continuó como soldado de la Unión realizando incursiones en territorio indio hasta que se retiró y emprendió una nueva faceta laboral. Fue entonces cuando montó un circo con indios, cowboys y búfalos con el que recorrió los Estados Unidos y parte de Europa con su espectáculo Buffalo Bill’s Far West. Con él visitó Londres, triunfó en la Exposición Universal de París de 1889 y, seguidamente, recaló en Barcelona para quedarse durante cinco semanas.

Buffalo Bill llegó a la ciudad 18 de diciembre de 1889. Ese día, desembarcaba del vapor “Palma” acompañado de todo su séquito. Según La Época”, con él iban “200 pieles rojas y otros tantos vaqueros, mejicanos y 200 animales, entre caballos, búfalos y bisontes”. Luego, dio una multitudinaria rueda de prensa (rodeado de indios y vaqueros) bajo el monumento a Colón.

Dibujo de Pau Febrés, 1889 sobre la llegada de Buffalo Bill a Barcelona

La Vanguardia, 22/12/1889

Entonces Cody era toda una estrella al estilo de las de Hollywood, amante de la fama y el lujo que se dejaba adular por las grandes personalidades del momento y, como el Super Star que era, siempre se alojaba en los mejores hoteles de los lugares que visitaba. Por eso en Barcelona se hospedó en el Cuatro Naciones (en La Rambla). En cambio, el alojamiento del resto de la compañía era mucho más austero. Mientras los cowboys se instalaban en campamentos erigidos específicamente para ellos, los indios lo hacían a parte, separados de los primeros, para evitar enfrentamientos entre ellos. Sobre los indios, “La Iberia”(22/12/89) decía que no se les permitía salir de las tiendas a no ser que fueran acompañados de otras personas de la compañía que los pudieran controlar “pues son temibles y cometen toda clases de desmanes al llegar a probar bebidas alcohólicas”.

El campamento de los indios en pleno Eixample de Barcelona.
Foto: A. Carbonell i Fita (Arxiu fotogràfic del CEC)
El lugar escogido para las representaciones era un hipódromo, ubicado en Gracia, construido expresamente para la ocasión. Concretamente, en la esquina entre las calles Aribau y Rosselló, cuya entrada principal se encontraba en la calle Muntaner.

La Vanguardia, 22/12/1889
Según las crónicas de la época, el precio de las entradas era elevado. Por otra parte, “La Vanguardia”recogía en una noticia que, durante las dos primeras funciones, hubo entradas que fueron pagadas con billetes falsos y, aunque en la primera representación acudieron al evento unas 7.000 personas, la actuación no tuvo la repercusión mediática que Buffalo Bill esperaba.

La Vanguardia, 09/01/1900
La Vanguardia, 09/01/1900
Por lo que cuenta“La Vanguardia”,  el 22 de diciembre de 1889, el espectáculo constaba de tres partes: presentación de las costumbres de los habitantes del Oeste, agitación y ejercicios de tiro. Básicamente, eso era una demostración de montura sobre caballo y representaciones de escenas como el ataque de los indios a un tren de emigrantes, a una diligencia y  la reproducción de la famosa batalla de Litle big Horn, en que el Teniente coronel Custer se enfrentó a los indios. Evidentemente, en el espectáculo, Buffalo Bill adoptaba el rol del Coronel Custer.

La Vanguardia, 22/12/1989

Según la prensa local, la llegada a la ciudad de pieles rojas, búfalos y bisonte ya era todo un espectáculo en sí. A menudo, los indios y los mejicanos del espectáculo salían a recorrer la ciudad a lomos de sus caballos, en procesión, acompañados de una charanga. Sobre ello, la prensa también recuerda que no había indios en Barcelona desde que, en 1493, Cristobal Colón volvió de su primer viaje a América y fue recibido por los reyes católicos. Y, en cuanto a bisontes, dice que fueron vistos por última vez en 1877 cuando llegó el domador Bidelcon varios ejemplares de animales desconocidos para el público barcelonés. Domador que, durante una actuación en París unos años después, casi fue devorado por uno de sus leones.


A lo largo de la historia se ha escrito mucho acerca del mito de Buffalo Bill. Ned Buntline, fue el primero en hacerlo a finales del siglo XIX, con varias novelas acerca de su persona. Más recientemente, en el año 2010, Jordi Solé publicaba su novela “Barcelona Far West”sobre la estancia de Buffalo Bill en la ciudad. Una mezcla de realidad y ficción, que cuenta la historia de un joven periodista del Diario de Barcelona que recibe el encargo de entrevistar al héroe americano.

Artículo de Ned Buntline publicado
en el New York Weekly



Sobre esas cinco semanas en Barcelona hay infinidad de historias que tienen más de leyenda urbana que de verdaderas. Una es la de los dos niños que fueron secuestrados y se acusó de ello a los indios del show. Historia que Jordi Solé no considera verdadera, tal como le contaba en esta entrevista concedida a Jacinto Antón para “El País”.

Lo que sí es cierto es que la llegada de los americanos coincidió con una epidemia de gripe y que varios indios del espectáculo cayeron enfermos, teniendo que ser ingresados en el Hospital de la Santa Creu. Hay quien dice que algunos fallecieron y fueron enterrados en la ciudad pero eso nadie lo ha podido confirmar. En cambio, sí es verdad que un par de sioux enfermaron de viruela y acabaron en el mismo hospital. Por otra parte, quién sí murió (pero de forma natural) fue el jefe de pista, el coronel Frank Richmond, cuyo cuerpo fue embalsamado y enviado de vuelta a su país.

Otra historia más sobre su estancia en Barcelona es acerca de un terrible dolor de muelas que le obligó a acudir al dentista para que le extrajera el molar. Dicen que el dentista, en lugar de cobrar por su trabajo, prefirió quedarse la pieza de recuerdo y dejarla expuesta en el Hospital de Sant Pau hasta que, al cabo de unos años, misteriosamente desapareció.


Al final, el mito Búfalo Bill acabó arruinado. En 1913 la compañía entró en quiebra y en Nueva York se celebró una subasta con todas sus pertenencias. Incluido“Isham”,su caballo blanco. Suerte que el nuevo propietario del animal se apiadó de él y lo devolvió a su antiguo dueño.Según el diario La correspondencia de España”, cuando Buffalo Bill supo que su caballo iba a volver con él, se puso a llorar. Luego, cuatro años después, Will Cody murió.




Historias del Taxidermista

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Lluís Soler Pujol en el parque de la Ciutadella
con una cabra disecada
El pasado 28 de noviembre, NúriaViladevall y EduardPalaus (bisnietos del taxidermista de la Plaza Real) dieron una conferencia acerca del negocio familiar. Desgraciadamente, no pude asistir y me supo mal perdérmela ya que estaba segura que allí se iba a hablar de muchas cosas que me interesan. Por eso me puse en contacto con los responsables de la Fundació Setba (encargados de la organización del acto y de la exposición sobre el taxidermista), les propuse una entrevista con ellos y, al cabo de unos días, concertamos la cita.

El día convenido, Núria apareció acompañada de su marido (Joan), su tío Ignasi (hijo de Anna Soler y Josep Palaus, que regentaron la tienda tras morir el fundador del negocio) y el hijo de Ignasi, Eduard. Todos ellos estuvieron muy vinculados al negocio. Especialmente, Ignasi y Eduard que trabajaron en el taller ejerciendo el oficio de la taxidermia.

Tras las presentaciones de rigor, me llevaron a un lugar del que no puedo revelar su ubicación aunque sí pude tomar unas cuantas fotos para ilustrar este post. Por lo que pido a los lectores que, en caso de saber donde se encuentra, sean discretos y lo mantengan en secreto. Al llegar, encontré una jaula de grandes dimensiones en cuyo interior se conservan algunos de los animales disecados por la familia Palaus. Un tesoro escondido en plena ciudad. Luego, nos dirigimos al restaurante ubicado en la Plaza Real, 8, última residencia del Taxidermista que, como último vestigio de lo que fue, conserva el rótulo exterior: “Museo pedagógico de ciencias naturales”.







En el tiempo que duró la entrevista me contaron infinidad de anécdotas interesantes.  Entre ellas, que en casa solían cocinar los animales que les traían para disecar.Cada lunes llegaban cazadores a la tienda cargados con sus trofeos del fin de semana: zorros, perdices, conejos… En fin, unos clientes perfectos para la familia Palaus



Roser.-¿Me podéis contar cómo empezó la historia del Taxidermista?

Núria.-Todo empezó con mi bisabuelo, Lluís Soler. Él abrió el negocio en un local de la calle Rauric, 16-18. Luego se trasladó a la Plaza Real, 10, aprovechando un verano en que mi bisabuela Carmen estaba con sus hijos en la casa de La Roca. Se mudó allí por ser un lugar más espacioso aunque tampoco fue el definitivo. Esa nueva tienda era mucho más grande. Tenía 10 escaparates y allí los gorilas de la calle Raurich cabían a la perfección. De hecho, uno de los motivos por los que tuvo que cambiarse de local era porque en el antiguo los gorilas no cabían bien. La gente se agolpaba de tal modo frente al escaparate que llegaba a impedir el paso por la calle Ferran y mi bisabuelo recibió varias quejas al respecto.






Roser.-¿Y luego que pasó?

Núria.-Lluís Soler murió joven, a los 50 años y dejaba a su mujer viuda con su hija Anna, que era la mayor. Luego, Anna se casó con Josep Palaus y tuvieron varios hijos. Uno es mi tío Ignasi, que está aquí con nosotros.

Roser.- Ahora que me habláis de Josep Palaus, elfue el responsable que hacer célebre la tienda…

Núria.-Era de Granollers y trabajaba de jardinero. Conoció a mi abuela tras ser contratado para  arreglar el jardín de la casa que Lluís Soler había comprado en La Roca.Se enamoraron y eso no gustó mucho a mi bisabuela. Ella pertenecía a una familia de la burguesía catalana, los Boix i Raspall, y no veía con buenos ojos que su hija tuviera un novio de provincias, por muy guapo que fuera el muchacho. ¡Qué lo era!

Roser.- Pero al final se casaron…

Núria.-Pero cuando Lluís Soler ya estaba muerto. Josep Palaus no llegó a conocer a su suegro. Él apareció cuando mi bisabuela Carmen y su hija Anna se encargaban del negocio, poco después de la muerte de Lluís. Mi abuelo Josep fue el gran impulsador del negocio. Tenía una visión mucho más comercial mientras que Lluís Soler ejercía más de científico naturalista.

Josep Palaus con un trabajador, en la tienda de la Pl Real, 8

Felicitación de Navidad del Taxidermista, 1964

Roser.- Hay muchas cosas por las que siento curiosidad y una de ellas es la procedencia de los animales que disecabais. Porque había de todo…

Eduard.- Muchos los traían cazadores. Recuerdo que los lunes y los martes eran los días de más trabajo. Venían con sacos llenos con la caza del fin de semana. Otras veces nos traían animales atropellados en accidentes de tráfico. Incluso, en ocasiones, aún estaban vivos. Luego estaban los animales del zoo que, tras morir, nos los mandaban para disecar. Mi abuelo y el director del zoo de Barcelona eran íntimos amigos, por lo que todo animal que moría allí pasaba por nuestro local.

Roser.- En la exposición de la Fundació Setba hay una noticia sobre la muerte de una elefanta del zoo llamada Perla. Tengo entendido que había sido un regalo del zoo de Berlín al de Barcelona en los años 40.

Núria.-Perla murió en la época del abuelo Josep.

Ignasi.- En ese tiempo murieron tres elefantes del zoo pero sólo disecamos a uno aunque los descarnamos a los tres. Fue un trabajo durísimo. Para sacarle la piel tuvimos que hacerlo entre seis personas. Al final, cuando acabamos el trabajo, lo tuvimos expuesto en este último local.

Núria.- Aquí cabía bien porque el local era el doble de grande de lo que ahora es el restaurante. Luego, cuando Bohigas y Mª Aurelia Capmany se instalaron en la finca perdimos tres escaparates por unas obras de reformas que se tuvieron que hacer.




Roser.-Sé que no os gustaba disecar animales domésticos y que incluso elevabais el precio por el trabajo a realizar, como medida de persuasión.

Eduard.- Así es. Además siempre me tocaban a mí, supongo que por ser el más joven. Muchas veces me traían tortugas que llevaban tiempo muertas sin que el dueño se hubiera percatado. Yo de eso no me enteraba hasta que abría al animal. El olor nauseabundo que despedía era indicativo que tiempo que llevaba muerto. Por tanto, cuando venían con una tortuga jamás sabías si estaba fresca o bien llevaba ya unos meses seca.

Ignasi.- Y cuando eran frescas tampoco era muy agradable porque al abrirlas la carne se movía… ¡Parecían vivas!

Eduard.- La gente nos traía de todo. Cosas que ahora serían impensables, como buitres, águilas o búhos. Incluso a veces hasta nos los traían vivos para que los matáramos e hiciéramos una buena figura disecada. Eso nos parecía terrible. Nosotros no somos asesinos. Nuestro trabajo era siempre con animales ya fallecidos. Entonces, cuando venía gente de ese tipo nos quedábamos el animal y lo liberábamos sin que el cliente se enterara. Luego, le hacíamos entrega de otro igual pero que hubiera llegado muerto a la tienda y que guardábamos en las neveras.

Roser.-Perdonadme la comparación pero es que me parece tan salvaje como si uno se llevara a la funeraria el ligue de la noche anterior para que se lo mataran, embalsamaran y poderlo conservar en el salón. 

Eduard.- Sería algo así.

Núria.- Cuando yo era pequeña, los lunes al salir del colegio veníamos a recoger a mi madre, que trabajaba aquí y la esperábamos hasta las ocho, que era la hora de cerrar. Pues desde que llegábamos hasta que nos íbamos a casa no dejábamos de oír los llantos de la gente que venía con el periquito muerto para disecar.

Roser.- Y ese gorila enorme, de la época de Lluís Soler, que llevaba una negra bajo el brazo… ¿Era real?

Núria.- No, estaba hecha de cera pero al final la tuvieron que retirar por las quejas que recibieron. No era como el negro de Darder.



Roser.- Por cierto… Supongo que sabéis como acabó la historia del negro de Banyoles tras su entierro fastuoso en África…

Núria.- Sí… Desgraciadamente ahora es un vertedero.

Roser.- Exacto. Está en un parque público, medio abandonado, donde los chavales del barrio juegan al futbol y usan la tumba como banderín de córner.

Núria.- Una pena. Casi tenía más honor expuesto en el museo que enterrado entre basura, que es como está ahora.

Roser.- Volviendo al gorila… Había más de uno en la tienda. ¿Eran familia?

Núria.- Eran tres. El macho, la hembra y una cría pero no estoy segura que fueran familia. Por lo que sé los trajo Lluís Soler. Se los vendió un belga y el bisabuelo los instaló en el local de la calle Raurich. Dicen que la gente alucinaba viéndolos expuestos.



Roser.- También he oído decir que en los años 30 incluso hubo una ballena que desapareció durante la Guerra Civil.

Núria.- No lo recuerdo pero en esa época  mi abuelo estaba en la cárcel y los empleados fueron los que encargaban de la tienda. Por eso hay cosas que la gente recuerda y nosotros no. Incluso nos han dicho que había una sirena y nosotros no teníamos ni idea.

Eduard.- Un día conocí a un señor que, al saber que yo era el hijo del taxidermista, me contó que había escrito un libro en el que se habla de nuestra tienda y que, en uno de los capítulos, aparece la sirena. Me dijo que la recordaba perfectamente porque su madre le llevaba a verla cada día.

Roser.- Eso que dice Eduard me hace pensar en que se ha escrito mucho sobre el taxidermista.

Ignasi.- Permanyer nos dedicó un artículo precioso en La Vanguardia cuando decidimos acabar con el negocio.

Roser.- Sí, lo he leído.



Núria.-Con ese artículo mi madre y yo hemos llorado mucho. En el  Ara hay una periodista, especialista en historia natural, que es un encanto de mujer y nos hizo un reportaje magnífico. Cuando acabó nos dijo que se hubiera estado tres horas más hablando con nosotros.

Roser.- En eso estoy de acuerdo con ella. Yo también me pasaría horas escuchando historias sobre el taxidermista. Pero aparte de periodistas que han escrito sobre vosotros también pienso en tantos fotógrafos famosos que han pasado por aquí.

Ignasi.- Con los años hemos tenido relación con muchos de ellos. Con Xavier Miserachs teníamos mucha amistad.

Roser.- Hay una foto muy famosa de Català-Roca con Miró observando el escaparate que, por cierto, era vecino del barrio. Esa foto la tenéis expuesta en la Fundació Setba.


Ignasi.- También hay fotos de Colita, Oriol Maspons, Joan Fontcuberta, Toni Catany

Núria.- Por cierto que de Fontcuberta no hemos recuperado ninguna foto.

Roser.-¿Y esa historia de que Mario Cabré vino con una cabeza de toro para regalar a Ava Gardner?

Núria.-No fue la cabeza sino la oreja.

Roser.- Pues en todas partes aparece como que era la cabeza.

Ignasi.- A veces sí que venían toreros para hacernos disecar cabezas de toro pero en el caso de Mario 
Cabré fue la oreja. También se dice que estuvo en la tienda con Ava Gardner pero yo no recuerdo haberla visto.

Roser.- Pero podría ser cierto porque a ella le gustaba mucho salir de marcha por este barrio. Xavier Theros, en su libro La sisena flota a Barcelona, cuenta un montón de historias de la Gardner con los marineros americanos que llegaban a la ciudad.

La Vanguardia, 03/07/1988
Ignasi.- Aquí también filmaron películas. Una fue con Marta Torrent. ¡Una actriz guapísima! Años después, a principios de los 90, Francesc Bellmunt filmó Rateta, rateta en el sótano. En cambio, la de Marta Torrent fue por toda la tienda.

Núria.- También construimos un caballo para una obra de teatro de Silvia Munt. La particularidad era que tenía que ser como un sofá porque, en la obra, el caballo era un sofá.

Ignasi.- Incluso hay fotos de Silvia Munt en la tienda, con el caballo sofá.

Núria.-Yo me acuerdo de un reportaje de TV3, titulado Botigues i botiguers donde se habla del Taxidermista. Aquí salen los cuatro hermanos: Ignasi, mi madre, Frederic y Xavier, aunque  Xavier se dedicó poco a la tienda. Básicamente era fotógrafo de zoología.

Eduard.-También venía por aquí Sergio Caballero. Es uno de los tres organizadores del Sónar. Entraba y se quedaba un montón de tiempo observándolo todo con mucha curiosidad. Se nota que le gusta la taxidermia. Porque, si te fijas, en muchos de los carteles del Sónar aparecen animales disecados.

Sónar 1999
Roser.- Ahora que lo dices me acuerdo de uno en que había un perro con ruedas en las patas. Y una cosa de la que aún no hemos hablado es de los clientes famosos que se pasaban por aquí. Dicen que Dalí era un fijo del local que, a parte de la cría de rinoceronte, os encargó 100.000 hormigas…

Ignasi.- Eso técnicamente es imposible de hacer y no recuerdo bien como fue la cosa. De lo que sí me acuerdo es de todo el espectáculo con el rinoceronte, que lo sacamos de la tienda y se fotografió subido al animal.

Roser.-Esa foto es de Postius.

La Vanguardia, 24/01/1989
Ignasi.- También hay otra foto de Dalí con unos cuernos de búfalo.

Roser.-Antes la he visto en el interior del restaurante.

Ignasi.-Él solía pasar por la tienda un par de veces al año y lo recuerdo como una persona normal y corriente. Lo que ocurre es que, cuando tenía público a su alrededor,cambiaba totalmente y se transformaba en el personaje que se había creado.

Núria.- Bueno... Era muy mal pagador... Hasta se quedó un esqueleto de gorila que no pagó jamás.

Roser.-Al final, tras más de cien años al frente del negocio acabasteis cerrando en 1992, el año de los Juegos Olímpicos. ¿Por qué decidisteis acabar con el taxidermista?

Ignasi.- Pues porque la taxidermia ya había muerto en Barcelona. Además, en esa época, la Plaza Real estaba muy degradada y la gente no quería ni acercarse.

Núria.-¿Recuerdas la foto de Pepe Encinas en la que hay una punky mirando el aparador?

Roser.- Sí, es magnífica y muy descriptiva de lo que era la Plaza Real en ese momento.

Fotografía: Pepe Encinas
Núria.- Imagínate como estaba todo esto que salir para ir a la tienda de al lado a cambiar un billete de 1.000 era todo un peligro. Lo normal es que nos lo robaran por el camino.

Ignasi.- Yo vi morir una persona y otros tantos dramas en la Plaza Real, con gente pinchándose sin ningún reparo.

Núria.- Una vez, por la Mercè, instalamos un  aparador precioso con piezas de una exposición que hubo en Ginebra. Cuando llegamos por la mañana, para abrir la tienda,nos encontramos con el cristal destrozado y con todas las piezas esparcidas por el interior de la caseta de las obras de Oriol Bohigas. Fue entonces cuando vi a un hombre que estaba vendiendo, a un turista, un cristal de cuarzo que procedía de nuestra tienda. Me acerqué a él y le dije… “¿De dónde ha sacado esto?”. Él se asustó, echó a correr y yo fui tras él por todo Escudillers. Luego, mi marido me pegó la gran bronca por haber cometido tal osadía. Pero la rabia que sentía en ese momento me impidió actuar de otra manera.

Ignasi.- Esa noche todo lo que nos robaron fue a parar a la caseta de las obras de Bohigas, que estaba aquí, en medio de la plaza, frente a nuestra tienda. Suerte que nos dimos cuenta y pudimos recuperar algunas cosas.

Roser.-Tras cerrar este local sé que abristeis una tienda más pequeña en el barrio de Sant Andreu. Incluso hace unos años Ignacio Vidal-Folch escribió un artículo sobre ella en “El País”.

Núria.-Eso fue porque, cuando dejamos esta tienda, mi madre no se podía imaginar estar sin ella. En esa época, mi padre disponía de un local en la Plaza de las Palmeras donde tenía su laboratorio de química. Luego se llevó la fabricación de ojos de cristal, lo que quedaba de la colección de mariposas y algunos clientes.

Roser.-¿Y qué hicisteis con la colección?

Núria.- La de mariposas fue deshecha por completo.

Roser.-¿Y los animales? ¿Los vendisteis?

Núria.-Sí, todos. El oso del Pirineo está en Dijon, la gorila hembra y la cría están en Japón y el macho me lo han ofrecido.

Roser.-¿Te lo quieren vender?

Núria.-¡Sí! Ha dado la vuelta por toda España y ahora lo venden. Está en Valencia o Alicante.

Roser.-¿Y el rinoceronte de Dalí?

Núria.-Está en el museo de Onda con otros animales de nuestra tienda, aunque ahora está provisionalmente en la Fundació Setba para la exposición.

Ignasi.- Todos los animales que morían en el zoo de Barcelona los disecábamos aquí y luego se los quedaba el Museo de Onda. Era un acuerdo que teníamos.


Roser.-Tras pasar todo este tiempo con vosotros veo que sois unos apasionados de la naturaleza y de vuestro oficio.

Núria.-Actualmente la taxidermia está mal vista. Especialmente en Barcelona. En cambio, hay lugares donde aún quedan taxidermistas, como en Lleida. Yo reivindico este oficio porque surgió como un motivo científico. Hace unos días hable con Deyrolle, el taxidermista que aún sigue en París, y me contaba la satisfacción que le producía conseguir que una persona ciega pudiera tocar un tigre. ¿De qué otra forma puede ver un ciego un animal si no es tocándolo?

Eduard.- Piensa que ahora tenemos medios para conocer todo tipo de animales pero a principios del siglo XX era impensable ver un canguro en la ciudad. Imagínate lo que debería alucinar la gente viendo cosas como estas.

Núria.-Supongo que en esa época el escaparate de nuestra tienda debería ser el National Geographic de la época.

Roser.- Y ya para terminar, hay una cosa que aún no me habéis contado y es cómo se inició vuestra relación con la Fundació Setba y cómo surgió la idea de realizar esta exposición.

Núria.- La idea surgió de la gente de la Fundació Setba con el proyecto La memoria de la Plaza que pretendía recuperar la memoria del lugar con la ayuda de vecinos y establecimientos emblemáticos. Cristina Sampere, la directora de Proyectos Culturales, se puso en contacto con nosotros y nos propuso la exposición, cosa que nos hizo mucha ilusión. Además, incluso han hecho un documental que se proyectará el 30 de enero en los cines Maldá y en el que espero que nos volvamos a ver.

Roser.- Descuida, así será. No me lo perderé.

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* Material gráfico utilizado en el post procedente de la familia Palaus

Las cosas se pueden cambiar

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Me alegra enormemente que los responsables de La Vanguardia no hayan dejado escapar el enorme talento de Miguel Gallardo.



Santa Eulalia según sus ilustradores

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Serigrafía de Gallardo sobre las Fiestas de 2001

Como ya expliqué en su día, Eulalia era una adolescente de 13 años cuando murió cruelmente torturada por un gobernador romano, de nombre Daciano. Por eso fue elegida patrona de Barcelona hasta que, en 1687, la Mercèhizo un milagro y los barceloneses se lo agradecieron con el título de patrona y relegando, a la pobre Laia, a un segundo plano.Es por ello que los carteles de las fiestas siempre pintan Santa Eulalia con aspecto adolescente.

A lo largo de la historia, la imagen de la santa ha sido de vital importancia en la vida de la ciudad y, casi me atrevería a decir, que su bandera podría ser el primer cartel publicitario de la "Laia". De hecho, los barceloneses le tenían tanta devoción que siempre la sacaban a pasear en los momentos de mayor peligro para la ciudad. Como durante el asedio de 1714, que salía a la calle cada dos por tres.


Para las fiestas de este año y, debido a mi gusto por el cartelismo publicitario, he querido recopilar todos los carteles realizados en el período comprendido entre 2001 y 2014. Cada uno con una visión distinta de la “Laia” según su autor. La única excepción, el de este año en que “Laia” desaparece para poner l’Àliga en su lugar ya que su autor, Marc Ribera, nació en Berga y la Patum le tira mucho.


Aquí les dejo casi todos los carteles. Lástima que me falta uno, el de 2004, ilustrado por Mariel Soria. En cuanto al resto, aviso que hay para todos los gustos. En mi caso, los de 2005 (Max) y 2001 (Gallardo) son mis preferidos. No lo puedo evitar.

2013: David de las Heras

2012: Eudald Palma


Radio Montesol en Radio Juventud

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Lo que hoy voy a contar surgió tras realizar esta entrevista a Javier Montesol. Yo acababa de leer Speak low”, la obra que significaba su vuelta al cómic tras más de 20 sin dibujar una viñeta. Me fascinó y por eso le busqué, encontré y entrevisté. Días más tarde, un amigo y lector de este blog me comentó que tenía en su poder un montón de cintas magnetofónicas repletas de grabaciones de Montesol en Radio Juventud, allá por los años 80 y se ofrecía a digitalizarlas para que yo las pudiera escuchar y hacer lo que quisiera con ellas.

Oí unas cuantas grabaciones de finales de 1981 y principios del 82. Me hicieron reír y así se lo hice saber a Javier.  Su primera reacción fue “… ¡destrúyelas inmediatamente!  Pero yo hice caso omiso a su petición. ¡Perdóname Javier por mi osadía pero no me atreví a obedecerte! Ahora  me alegro de haber tomado esa decisión.  Además, a la vez que él me pedía deshacerme de las cintas, me hacía esta confesión: “guardo muy buen recuerdo de aquél trabajo” para luego continuar diciendo que “… Cuando yo los hacía en su momento, me parecían estupendos. Te diré que la evolución de la radio no me permitió seguir con las radionovelas, algo que siempre he pensado que podría haber desarrollado muy pero que muy bien. Al final se impuso la radiofórmula, y sectorizar la oferta: informativos, música, deportes… ¡Y los malditos magazines matinales con sus estrellas de pacotilla! La radio es un lenguaje,  como una novela,  una película,  una serie. Si tú quieres ver el horror de los horrores,  escucha a los telepredicadores: Cuní, Losantos, Herrera, del Olmo, etc. El concepto,  el ritmo, el montaje música, la locución… Todo desapareció y entró la velocidad.  ¡La velocidad en la radio es de vértigo! La publicidad entra de cualquier manera, etc, etc”.


Montesol durante el programa "Tiempos de locura"

Tras mantener esta conversación, terminé de escuchar todas las grabaciones que tenía pese a que la acústica de algunas dejaba mucho que desear. Otras, en cambio, se conservaban mucho mejor. Luego volví a escribir a Javier para contarle lo que había hecho, decirle lo mucho que me había divertido con sus alocadas historias ochenteras y pedirle permiso para escribir sobre ello en el blog. Me parecían unos guiones muy ingeniosos, con todos esos personajes que se inventaba y a los que él mismo les ponía la voz. Esta vez, ahora sí, su respuesta era afirmativa aunque desde el principio yo ya intuía que al final diría que sí. Y hasta me envió la mayoría de las las fotografías que reproduzco en el post.



Sobre ese tiempo pasado, Montesol me contó que sus  colaboraciones en radio fueron primero el Show de Montesol y Onliyú, luego El Sacapuntas, que se emitía los domingos por la mañana, y más tarde Las Aventuras de Ernestina,  dentro del programa La Senda de los Elefantes “.

Durante una grabación de "El show de Montesol y Onliyú"

Onliyú, su amigo y compañero de andanzas en sus primeras incursiones radiofónicas,  en Memorias del underground barcelonéstambién explica sus inicios en Radio Juventud. Por lo que parece, la cosa empezó a finales de los 70 cuando Gaspar Fraga (el fundador de la editorial Rock Cómics y la revista Cáñamo)  les habló de la existencia de un programa de Radio Juventud en el que podrían participar para anunciar Rock-comixy Los tebeos del Rrollo.Según cuenta Onliyú en sus memorias Las burradas que nos dijimos el primer día que nos sentamos detrás de un micrófonohicieron, según posterior confesión propia y para nuestra estupefacción, mearse de risa a José Mª Pallardó, el responsable de Al mil por mil, que así se llamaba el programa en cuestión, así que nos dijo: ¿Por qué no lo hacéis cada día? Así es como empezamos a colaborar en la radio”.






Filmación basada en el Show de Montesol y Onliyú, en 1977

Montesol se aficionó a la radio porque, según dice “era el único medio de entretenimiento popular junto al cine de barrio durante mi infancia, y llegué a escuchar multitud de seriales mientras hacía los deberes y mi madre hacía las cosas de casa. Sobre todo recuerdo los grandes seriales de la cadena SER con cuadros de actores y buenos montajes musicales. Más tarde, en Radio Juventud,  José María Pallardó junto a Rafael Turia iniciaron unos programas de humor que también me influyeron. Años más tarde tuve la oportunidad de trabajar con todos ellos: Josep Mª Bachs,  Estadella  - que tenía un registro de voces increíble - y Pallardó, a quien debo agradecer la amistad y la oportunidad que me brindó para poder trabajar en la radio.  En El Sacapuntas realizaba un serial protagonizado por un portero de la Generalitat, un tal Duncan Mª Duncan”.


Montesol y Pallardó grabando para el Sacapuntas

De todas las historias que he oído, hay tres que me han provocado grandes risas. Por eso he decidido compartirlas en el blog, con permiso de su autor. A la primera yo la llamo “el hombre que quería matar a Montesol” porque va de eso. De un oyente que se presenta en el estudio para decir que es un programa terrible que causa insomnio y destroza los nervios. Su familia lo escuchaba, hasta que todos los miembros enfermaron y murieron entre terribles dolores. La causa, según el médico que los atendió, era el programa de Montesol.




En la segunda, se inventa un movimiento pictórico denominado “Bordismo” y que asegura ser posterior a todas las primeras vanguardias. Es decir futurismo, cubismo, surrealismo… De hecho, fecha su creación en 1940 en plena Vía Laietana. De sus miembros dice que son veraneantes de Sitges y que cayeron en la cuenta mientras subían a lo alto del monumento a Colón. Su primer happening, realizado en una tienda de la Avenida de la Luz, fue un fracaso total pero eso no los desanimó sino que aún se atrevieron con alguna que otra salvajada más.




La última es la sección "En calma de noche", una parodia del famoso consultorio “Encarna de noche”de Encarna Sánchez, que entonces se emitía en Radio Miramar y Radio España. Una noche, un oyente muy pesado llama a Montesol para contarle las terribles desgracias que le ocurren en la vida. Tras aguantarle la chapa un ratito, Javier no aguanta más y termina por mandarlo al carajo.




Como me decía Montesol, con el tiempo la radio cambió y se impuso un nuevo formato. Por un lado, la radiofórmula musical y, por el otro, las emisoras generalistas estructuradas a base de grandes magazines, informativos, música y deportes.

Al final, Radio Juventud desapareció.  Una emisora mayor, “Radio Cadena Española”, se la comió y así acabó la aventura radiofónica de Montesol.


En su última época radiofónica en el programa "La senda de los elefantes"

Congress for Curious People Barcelona 2014

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Como dijo el amigo Theros en su último artículo publicado en El País, a veces las cosas te encuentran en lugar de buscarlas y eso es lo que me ocurrió hace unos días con Felipe Trigo, el director y organizador de Curious Congress en Barcelona.

Yo había concertado una entrevista con Núria Viladevall (biznieta del taxidermista Lluís Soler) y llegó a la cita acompañada de una buena representación de su familia, toda ella vinculada al negocio familiar. Durante nuestra charla me avisó que también vendría un tal Felipe, que estaba preparando algo grande para finales de este mes de febrero. Cuando me enteré de qué iba la cosa vi que se trataba de un evento hecho a medida para gente como yo, que adora Barcelona y que aprovecha la menor ocasión para hurgar en su historia y desvelar su parte más desconocida y oscura.  De hecho, esta definición de la página de inicio de su web lo dice todo y yo me veo reflejada en ella “… nuestra curiosidad es infinita y tenemos una gran pasión por la historia natural, el mundo funerario, la Barcelona subterránea, las sociedades secretas y el arte surrealista...”


Para ponerlos en antecedentes, les diré que existe una sociedad de Nueva York (la Morbid Anatomy Museum), que se dedica a estudiar la relación que el arte y la cultura tienen con la medicina y la muerte. En el año 2011, dicha sociedad puso en marcha el Curious Congress y buscó un lugar idóneo para su celebración, que no podía ser otro que Coney Island.

Coney Island… El parque de Brooklin donde el fundador de la Sociedad Amateur Psicoanalítica de Coney Island, a principios del siglo XX, quiso construir otro parque de atracciones en su interior, de nombre Dreamland, destinado a reproducir las teorías de Sigmund Freud pero que al final jamás llegó a realizar. Una locura que quedó solo en eso pero que fue la base para una exposición fascinante que hace un tiempo vi en la sede de la Fundación Caja Madrid y que la celebración de Curious Congress me ha hecho recordar.



Como les decía, Coney Island fue la residencia oficial de Curious Congress en sus dos primeros años de vida. Luego se trasladó a Londres y ahora llega a Barcelona gracias a una iniciativa de Felipeen colaboración con Vía Barcelonay Kriminal Cabaret. Dos entidades de las que luego ya hablaré.

Mi curiosidad infinita me ha llevado a indagar el por qué los responsables del Morbid Anatomy Museum tuvieron la ocurrencia de montar algo así, cosa que Felipe me aclara al decir que“fue gracias a Aaron Beebe. Él es el padre auténtico del Congress for Curious People. Aaron es un artista visual de Nueva York que reflexiona sobre los espacios de ocio y de poder en las ciudades y en cómo caen en decadencia. A finales de los años 90, el parque de atracciones de Coney Island estaba a punto de desaparecer. Ese lugar, mágico e impresionante  entre 1910 y 1940, se deterioraba a una velocidad de vértigo. Para evitar que eso fuera a más, el presidente de la fundación Coney Island USA convirtió a Beebe en director del museo. Quería que, desde su cargo,  velara por la memoria y la conservación del parque. Pero no fue hasta la década del  2000 que surgió la idea de dinamizar el lugar y con ello vino el Congress, pensado como una semana cultural centrada en la recuperación de ese mundo freak tan típico de Coney Island”.


En cuanto a la programación de ese primer congreso, dice Felipe que constaba de“conferencias sobre personajes míticos de circo, museos desaparecidos, tribus urbanas, moda e indumentaria. Pero también actuaciones y performances de los artistas más extremos de la cultura underground”.



Aaron Beebe contactó con la directora del Morbid Anatomy Museum para dotar al Congress de un mayor número de contenidos inusuales que Felipe enumera: “viajes por el mundo para cubrir ritos funerarios, el sexo en París y Berlín en los años 30, cabarets estrafalarios, espiritismo y mentalismo, taxidermia, museos anatómicos…” Y, sobre las tres ediciones realizadas hasta ahora, opina que “quizás el de Londres 2013 es, de todos, el que más ha ido en esa línea.”


Finalmente, saciada mi curiosidad sobre la fundación de tal evento en  Coney Island, mi interés se centra en saber cómo se lo ha hecho Felipepara traerlo hasta aquí. Él, persona alternativa y amante del underground, echaba en falta la celebración de eventos que fueran en esta dirección. Confiesa que sus pasiones “la historia, las ciencias naturales y el mundo del espectáculo se han unido en el Congress de Barcelona. En mi familia hay directores de orquesta, músicos y gente del teatro. Por eso fundé, en 2010, el proyecto Kriminal Kabarett”, que revive episodios míticos de la historia del cabaret.

Ahora, convertido en director del Congress en Barcelona, me dice que le fascinan los años 30 “especialmente su estética, el surrealismo y las ciencias ocultas de la época” y que, debido a ello, hace un par  de años empezó a trabajar ejerciendo de guía en Vía Barcelona. La empresa de unos amigos que ofrece rutas guiadas por la ciudad, presentando la cara más desconocida de Barcelona. Fue entonces cuando pensó que hacer el Congress en Barcelona sería una buena cosa. Contactó con Joana Ebenstein (del Morbid Anatomy Museum) y Aaron Beebey, a partir de ahí, todo fue rodado.

En fin, que espero con muchas ganas la llegada del 26 de febrero y esa ruta inaugural sobre medicina yciencia en la Barcelona antigua en la que también participará Enric H. March(del blog Bereshit) con una charla sobre los museos anatómicos de Barcelona en los siglos XIX y XX.


Para más detalles, aquí les dejo el enlace a la web del Congress, repleta de información acerca de actos, horarios y precios.

Joan Colom con Camilo José Cela, el barrio chino y el crimen de la calle Aragón

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Fotografía: Joan Colom. (MNAC)

Tan fan como soy de todo lo que concierne al barrio chino no me podía perder la exposición del MNACsobre Joan Colom. Deseaba verla desde que leí, en la prensa, que el fotógrafo había realizado una donación de todo su archivo al MNAC.

Ahora, dos años más tarde de ese hecho, la exposición es realidad y yo he corrido a verla. En total hay más de 500 fotos (muchas inéditas), realizadas entre 1957 y 2010. 1957 también fue  el año en que Leopoldo Pomés retrató Barcelona por encargo de Carlos Barral y le salió una ciudad lúgubre y oscura, nada en consonancia con lo que querían los responsables de la editorial. Ellos esperaban ver una ciudad alegre y con jardines y se llevaron un chasco con el resultado. Por eso las fotos se quedaron guardadas en un cajón hasta que Juan Manuel Bonetreparó en ellas y decidió sacarlas a la luz. Pero eso es otra historia que en su día ya conté.

Fotografía: Leopoldo Pomés (1957)
En cuanto a Joan Colom,además de gustarme su trabajo, me interesa cómo lo hace. Medio a escondidas, disparando con la cámara por debajo de la cintura. Postura que le daba  un ángulo inconfundible pero que también le dio un disgusto bien gordo en forma de denuncia por parte de una prostituta que se reconoció en una foto suya.

Fotografía: Joan Colom (MNAC)
La historia de la prostituta y Colom ocurrió de la manera siguiente. En 1964, la editorial Lumenpublicó un libro con textos de Camilo José Cela y fotografías de prostitutas, realizadas por Joan Colom. El libro, titulado “Izas, rabizas y coliporretas” fue un éxito sorprendente y, a la vez, una tragedia para Colom… Una de las prostitutas retratadas, casualmente se vio en el libro y lo denunció por haber sido fotografiada sin su autorización. Eso fue un revés para Joan Colom y lo dejó tan marcado que dejó la profesión por una larga temporada. Concretamente, hasta 1990 en que se decidió a salir de nuevo a la calle para inmortalizar la vida en Ciutat Vella. Y esta vez, incluso en color.

"Izas, rabizas y coliporretas" a 100 € en todocolección.net
Antes, en 1962, esa forma suya de fotografiar le valió un encargo un tanto extraño por parte de Oriol Maspons, en nombre de la revista Gaceta Ilustrada. En ese entonces, Maspons era el fotógrafo de la revista y le pidió un reportaje clandestino del juicio del crimen de la calle Aragón. Era el asesinato de un tal señor Rovirosa, ocurrido en noviembre de 1962, cuya trama parecía estar sacada de una novela negra.

La Vanguardia del 18 de noviembre de 1962 publicaba la primera noticia sobre ese crimen que dio tanto que hablar. El día anterior, Francisco Rovirosa había sido encontrado muerto en su taller de la calle Aragón, 136. La policía, al llegar encontró el cadáver en el suelo, tras la puerta de entrada, bañado en un charco de sangre con la cabeza destrozada y el cuerpo lleno de heridas de arma blanca. En cuanto al móvil del crimen, todo parecía indicar que se trataba de un robo. Al fallecido le faltaba la cartera y la caja fuerte había sido forzada. Pero tras unas primeras pesquisas, la Brigada de Investigación Criminal de Barcelona descubrió que la cosa iba mucho más allá y que estaban implicadas una tal Mª Pilar Alfaro (con la que Rovirosa que había liado) y una panda de aúpa con la que se juntaba la señora:  Stephen Jouston;“Jimmy” (que luego se supo que era un desertor del ejército norteamericano), “Jack” y una cantante negra, que actuaba en el “Jamboree” de la Plaza Real, y se llamaba Gloria Steward. Todos juntos planearon el robo del taller de la calle Aragó pero, en un momento dado, Pilar Alfaro y Stephen Jouston se echaron atrás mientras Jimmy y Gloria Steward decidieron seguir con el plan junto a un tal James Bell Wagner, que acabó por ser el autor material del crimen. Total, que la cosa acabó con todos ellos detenidos y juzgados.

Noticia sobre el crimen publicada en La Vanguardia

El día del juicio Joan Colomse hizo con un pase de prensa y consiguió las fotos ocultando la cámara bajo una gabardina. Luego, las imágenes (no todas), fueron publicadas en la Gaceta Ilustrada en 1964. Y si quieren saber cómo acabó la historia, tras la declaración de los implicados, La Vanguardia de los días 30 de noviembre y 2 de diciembre de 1962 lo cuenta todo con pelos y señales.


Historias de la guerra con Sento

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Sento Llobellganó el premio FNAC-Sins Entido de novela gráfica 2013 y no se lo podía creer. Dice que pensaba que era un premio para jovencitos y que eso no se lo esperaba… Por otra parte, hace un par de meses no llegué a tiempo de incluirlo en la charla con Antonio Altarriba, Miguel Gallardoy Paco Roca sobre sus cómics acerca de la guerra, aunque su nombre y su obra, “Un médico novato”, sí que apareció. Por eso he querido hablar con él aunque fuera a posteriori y Sento, muy amablemente, enseguida me dijo que sí.

Roser.- Llevabas mucho tiempo lejos del mundo del cómic. 20 años más o menos  y ahora reapareces con esta historia sobre tu suegro, Pablo Uriel.  ¿Cómo se te ocurrió hacerla?

Sento.-  Él tenía unas memorias manuscritas que, gracias su hija, fueron editadas en Pre-textosbajo el título de Nose fusila en domingo. Yo esta historia siempre la tenía en la cabeza y estaba convencido que, algún día, la tendría que hacer pero no me atrevía o no tenía tiempo. Y ahora que la crisis me ha dado el tiempo que me faltaba, he aprovechado para volver a hacer tebeos, que es lo que me gusta.



Roser.-  Así que Pablo Urielescribió sus memorias por iniciativa propia a diferencia de los padres de Altarriba y Gallardo, que lo hicieron instigados por sus hijos.

Sento.- Sí. En este caso fue él quien quiso hacerlo. A veces, se iba a pasar unos días al parador de la Coruña o a cualquier otro lugar y se llevaba su máquina de escribir. Creo que fue cuando los 25 años de paz, o algo así, que escribió cómo se había conseguido esa paz y se lo dio a leer a sus hijas, que entonces eran jóvenes y estudiaban en la universidad. Ellas, anteriormente a la lectura del manuscrito, no sabían nada de lo que le había ocurrido a su padre. Es algo que suele pasar… Eso también lo cuentan Altarriba y Gallardo sobre sus padres, que hay una etapa de largo silencio.

Roser.- Sí, por eso el cómic de Miguel Gallardo se titula “Un largo silencio”. Por todo el tiempo en que su padre se mantuvo callado.

Sento.-  Y llega un momento en que sienten una necesidad imperiosa de contar su experiencia a los demás.


Roser.-¿Y a tu familia qué le ha parecido el cómic?

Sento.- Ellos ya estaban bastante al día de lo que estaba haciendo y, desde el principio, se lo tomaron con mucha ilusión. Supongo que, si has visto la dedicatoria en el libro, te habrás dado cuenta que hay muchos médicos en la familia.

Roser.- Sí, la he visto y me he fijado en ello.

Sento.-  Para mí ha sido bastante difícil porque, convertir en personaje de cómic a una persona que conoces y que es cercana a ti, no es fácil. No sé… Nunca me sentía contento con el resultado y me costaba mucho encontrar el tono… Me refiero a que me preocupaba que tuviera mucha seriedad y quizá demasiado dramatismo…  Pero al final he quedado contento.


Roser.-  Eso que dices sobre la dificultad de encontrar el tono adecuado, quitándole dramatismo al asunto, lo has hecho bien porque, aunque cuentas cosas terribles como las miles de ejecuciones  que ocurrieron durante la guerra, se lee con tranquilidad. Al menos esa es  la sensación que he tenido al leerlo. Incluso cuando Pablo escribe desde la cárcel a su familia hasta parece que les cuente una vacaciones.

Sento.- Sí, si… Por una parte él era un poco así. Pablo era un hombre poco común. Era una de esas personas que te están haciendo un favor y, en cambio, parecía que el favor se lo hacías tú a él. Las cartas que escribía, casi todos los días, tenían ese tono.  Piensa que esas cartas, antes de llegar al destinatario, pasaban por una censura militar. Por tanto, tampoco podían decir nada especial sobre lo mal que lo pasaban allí encerrados. Y encima él no hacía más que quitar hierro al asunto para que su padre y sus hermanas no se preocuparan mucho. Aunque al final sí que llegó un momento en que les contó lo mal que lo pasaba y les pidió que, por favor, lo sacasen de allí.

Roser.- Sí, es cierto. Al final la cosa cambia y las cartas que escribe se vuelven más pesimistas.


Sento.- El problema que tuve con el cómic es que esta primera parte transcurría casi toda en la cárcel y me daba miedo que fuera muy rollo.

Roser.-¡Pues nada de eso! Al contrario, es muy agradable de leer. Ya te lo he dicho antes.

Sento.- Me alegra oírlo porque esa es la sensación que quería transmitir. De hecho Pablo era así, tranquilo. Él era un hombre de Soria, aunque después vivió en Zaragoza y la Coruña, y se le notaba la esa seriedad de la gente de allí. Pero, por otra parte, tenía mucho temple.

Roser.- Antes me decías que te había costado mucho hacer este cómic. ¿Cuánto tiempo has dedicado a su elaboración?

Sento.-  Al ser un proyecto que conllevaba implicaciones emocionales, había una serie de cosas a tener en cuenta. He pasado mucho tiempo haciendo pruebas y, lo que ha sido el rodaje de esta primera parte, habré estado unos quince meses más o menos.  Cuando te hablo del rodaje me refiero a dibujar, con el guion ya hecho y toda la documentación recopilada. También me fue muy bien que me dieran el premio FNAC-Sins Entido de novela gráfica.

Roser.- Sí, eso es algo que te pensaba preguntar… Lo del premio.

Sento.- No me esperaba recibirlo. Lo presenté un poco por hacer pero no tenía esperanzas de ganarlo porque creía que era un premio para jovencitos. ¡Y va y resulta que me lo dan a mí!

Roser.-  Este cómic lo has hecho todo tu solo, guion y dibujo. En cambio, sé que anteriormente habías trabajado con gente que te hacía los guiones. Uno de ellos fue Ramón de España.

Sento.- Sí… Y con Jaume Fuster hicimos lo del “Tirant lo Blanc”. A lo largo de mi carrera he trabajado tanto con guionista como yo solo. De hecho, para el médico novato, estuve a punto de pedirle ayuda a Antonio Altarribaporque yo estaba demasiado metido en la historia y quería que alguien ajeno  me echara una mano. Pero al final no le dije nada porque, de pronto, todo se aclaró y la historia empezó a fluir. De todas formas, yo siempre he trabajado en equipo y, en el estudio, siempre he tenido una persona que me ayudara. Me gusta tener a alguien con quien contrastar las cosas.

Roser.-  A veces está bien poder consultar las cosas con alguien.

Sento.- Sí. Y a mí eso me hace falta.

Portada de Sento para "Cairo" sobre "Velvet Nights"
con guión de Ramón de España
Adaptación del "Tirant lo blanc" con guion de Jaume Fuster

Roser.- Sobre las preferencias de trabajar solo o con la ayuda de un guionista estuvimos hablando con Paco y Miguel. Ellos, en cambio, prefieren trabajar en solitario. Y yo soy de la  opinión que, para trabajar con un guionista, te tienes que llevar muy bien con él.

Sento.-  Si, claro. Yo he encontrado ese equilibrio. Antes, cuando hacía encargos de publicidad, tenía dos o tres personas conmigo trabajando en el estudio pero ahora es diferente. Suelo estar yo solo y nos reunimos  los viernes para recoger las páginas de la semana, comentarlas y tal. Pero aun así, me sigue pareciendo muy interesante tener a alguien con quien trabajar. Ahora estoy con Elena. Ella es mi mujer y, también, hija de Pablo Uriel.  Ella me ha ayudado mucho con el color del cómic. Es pintora y, de hecho, fue una solución gráfica totalmente suya.



Roser.- Antes hablábamos del dramatismo en la historia y de lo bien llevado que está. Aunque hay unas cuantas escenas de fusilamientos, con montones de cadáveres esparcidos por el suelo, al verlas no son tan duras como, por ejemplo, ciertas escenas de “El arte de volar” o “Los surcos del azar”.

Sento.- Sobre eso que dices de los fusilamientos, se llega a un punto en que las diferencias ideológicas se solventan exterminando al contrario. No se dan soluciones con juicios ni nada de eso. Ser de la CNT, Izquierda Republicana o la UGT era motivo suficiente para acabar aniquilado. Buscaban una paz de 1.000 años y, la única forma de conseguirla, era eliminando al contrario.



"El arte de volar"(Altarriba/Kim)
"Los surcos del Azar" (Paco Roca)
Roser.- Y  con eso, el bando franquista también quería sembrar el terror. Hay un momento en tu cómic en que eso aparece, cuando dicen que en sólo cinco meses hubo 12.000 “paseados”. Es decir, gente que sacaban de la prisión militar sin sus efectos personales…

Sento.- En esa época estábamos en pleno apogeo y subida de los nazis que fueron los que desarrollaron todas estas cosas y Franco y su gente hicieron lo mismo.




Roser.-  En el cómic también hay momentos muy duros y angustiosos. Por ejemplo, cuando cada día a la misma hora oían cómo se acercaban los militares a las celdas para llevarse presos a fusilar.

Sento.- Si, si… No me puedo ni imaginar lo mal que lo pasaría mi suegro cada vez que oía a los militares acercarse a su celda. Una vez me contó que, tras la guerra, estuvo a punto de meterse a cartujo porque no quería volver a ver el mundo. Y eso que no era creyente ni nada. Él lo que quería era esconderse. 


Roser.- Supongo que ese debería ser uno de los momentos más aterradores de la vida de Pablo Uriel. Oír cada día como se acercaban a su celda sin saber si era a él a quien venían a buscar para sacarlo de la cárcel sin poderse llevar la maleta…

Sento.- Ahora que mencionas la maleta… Es un elemento gráfico que he utilizado mucho. Por ejemplo, en cada cambio de capítulo aparece la maleta. Si te fijas suele estar muy presente. Y eso que la mayor parte del libro sucede en la prisión. En cambio, en la segunda parte que  estoy preparando, Pablo se va al frente y aún consigue recuperar su maleta.


Roser.- Sí, ahora me hablas de una cosa que te quería comentar. A diferencia de los cómics de Altarriba, Gallardo y Paco Roca en que sus protagonistas sí que pisan el frente, en el tuyo eso no ocurre y ahora veo el porqué.

Sento.- Es que esta es la primera parte. Como te decía, ahora estoy haciendo la segunda. Yo, como no me podía poner con una historia de 500 páginas de golpe, decidí hacerlo en dos partes. La primera es esta, más dedicada a la represión franquista, donde aparece el tema de la cárcel y las reflexiones de unos hombres sometidos a un fuerte estrés y terror. Luego, esta primera historia acaba bien porque es liberado de la cárcel aunque le dicen que, seguramente, le volverán a denunciar. Y entonces él pide irse al frente, básicamente para esconderse y pasar desapercibido pero tiene la mala suerte de caer en Belchite cuando Belchite cae en el poder de los republicanos y Pablo acaba preso de nuevo. Pero esta vez en Valencia.



"Los surcos del azar" 

"Un largo silencio"
Roser.- Ahora parece que las historias sobre la guerra están de moda. Paco Roca y tú habéis publicado cómic sobre ello casi a la vez y, por otra parte, se acaba de saber que la exposición central del Salón del Cómic este año irá de historias bélicas.

Sento.-  Pues sí. Justo ahora estoy reuniendo unas páginas que me ha pedido Antoni Giral porque van a hacer una exposición grande con muchos originales. En cuanto a la coincidencia con Paco, ha sido totalmente fortuita porque ninguno de los dos sabía lo que estaba haciendo el otro. Yo tenía que sacar esta historia tarde o temprano y este era el momento adecuado ya que tenía tiempo, dinero y también fuerza para meterme en ello.

Roser.-  Hay quien piensa que ya se ha hablado mucho de la guerra civil y que ya es hora de dejarlo un poco estar.

Sento.- Yo no lo veo así sino más bien al revés ya que, al haberse cerrado en falso, se puede volver a hablar de ello. Sobre la guerra aún hay muchas cosas por contar, como lo de “La nueve” en  “Los surcos del azar”.  Esos españoles republicanos que acabaron liberando París  hasta ahora eran unos perfectos desconocidos.

Roser.- Y gracias a Paco Roca ahora empiezan a salir del anonimato.

"Los surcos del azar" 
Sento.- Cuando hay gente que dice eso de que ya está bien de hablar de la guerra hay que pensar en que vale, que llevábamos cuarenta años oyendo hablar de la guerra desde un solo punto de vista pero que quizá ya es hora de empezar a hacerlo desde el otro lado. Y el hecho de que, a estas alturas, aún estemos hablando de las víctimas del franquismo y que no se las reconoce como tales demuestra que se hizo una transición como se pudo hacer en ese momento… Ya ha pasado mucho tiempo… Y que aún sigamos igual, enfadándonos mucho por las víctimas de ETA y poco por las de Franco no tiene ningún sentido. Además, las víctimas de Franco fueron mucho más numerosas.

Roser.-  A parte de cómics, tú has hecho de todo en la vida… ¡Hasta Fallas!

Sento.-¡Es que cuando me proponen cosas que me gustan me apunto a todo! Y, como disfruto trabajando en equipo, un taller de fallas es perfecto para ello. Además, tiene ese punto antiguo del maestro, el encargado y toda la parafernalia. Me gusta cómo funciona. Haces un dibujo y, a los dos días, tienes un catafalco de seis metros en el que trabaja un montón de gente. ¡Y a mí eso me encanta! Al final, lo de las tres dimensiones me ha acabado gustando… En El Juevestambién hacíamos, y aún hacemos, eso de los recortables.  Vaya, que yo no soy un narrador puro… Me gusta narrar y también hacer cosas más ligeras. Digo que son ligeras en el sentido de que acaban antes.

Roser.- Para terminar, antes me contabas que estabas preparando algo para la exposición central del Salón del Cómic de Barcelona. Supongo que vendrás, ¿no?


Sento.- Sí que estaré. Y también en el Salón de la Coruña con una exposición grande. Pablo Uriel vivió allí después de la guerra y era muy conocido en la ciudad porque, entre otras cosas, fue director del Ateneo.

Cartel de Carlos Pacheco para el Salón de 2014

Congress for Curious People y el teatro anatómico de la Real Academia de Cirugía

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Grabado de Matías de Irala
lección de anatomía en el Hospital General de Madrid

Miércoles 26 de febrero a las 18:15 horas. Es el momento de inaugurar Curious Congress BCN. La cita es en la Casa de la Caritat y Felipe Trigo nos espera, allí, junto a los creadores del Congress en Nueva York: Aaron Beeve y Joana Ebenstein. Con ellos están Enrich H. March, Laura Valls, José Pardo y Alba del Pozo que, durante la ruta, nos contarán cosas de esas que tanto me gustan y de las que, a veces, hablo en el blog.

La sede de la Real Academia de Cirugía y Medicina (con su teatro anatómico incluido) es uno de esos lugares que me fascinan y que, por motivos de horario, aún no había podido visitar. Cada miércoles por la mañana hay visitas guiadas pero nunca puedo asistir por coincidir con mi horario laboral. Así que, gracias al Curious Congress he cumplido con una deuda pendiente desde hacía un montón de años.

Este edificio formaba parte del complejo del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, también conocido como “el corral”por el aspecto del primitivo teatro anatómico que parecía un antiguo teatro de corral. De ahí viene que el nombre común del cementerio del hospital fuera el fossar del corralet, lugar al que dediqué el primer post de la vida de este blog.



Alexandre Cirici (en Barcelona pam a pam) describe la Real Academia de Cirugía y Medicina como un edificio con “una simple y muy noble fachada neoclásica” que contiene una “placa conmemorativa en honor al rey Carlos III (1762)”. En cuanto a su interior, nos cuenta que “es muy interesante el bello salón circular, antiguo anfiteatro máximo con la mesa de mármol para disecciones en el centro”.  Y sí, realmente es alucinante… Ya dentro del lugar, busqué un lugar donde acomodarme entre las butacas de madera de estilo rococó  yendo a parar a primera fila, justo en frente de la silla en la que se sentaba el catedrático cirujano encargado de dirigir la disección.



Una vez todos sentados, Laura Valls nos habló de la temporalidad de los primeros anfiteatros anatómicos y de que el de Barcelona, inicialmente, era de madera y no fue hasta entrado el siglo XVIII que Ventura Rodríguez (el del Pilar de Zaragoza) construyó el edificio actual. Llegados a este punto, debo añadir que el teatro anatómico permanente más antiguo fue el de Padua, construido en 1595.

Los antiguos teatros anatómicos se instalaban en invierno y se desmantelaban cuando el frío empezaba a disminuir ya que, con el calor, los cuerpos se pudrían rápidamente y desprendían un olor repugnante además de ser poco higiénico. De hecho, el olor ya era malo durante la disección en pleno invierno, cosa que se intentaba combatir a base de incienso, óleos perfumados y demás potingues de la época. Además, cada autopsia duraba tres días como máximo por el mismo motivo de la descomposición de la carne antes mencionado.

Lección de anatomía del Dr. Tulp (Rembrand, 1632)

Laura Valls también nos explicó que todas las disecciones eran públicas. Evidentemente, asistían el diseccionador titular y sus alumnos pero también todo aquél que lo deseara. El  público general acostumbraba a sentarse en un lugar visible aunque existía la posibilidad de ocultarse de la vista de los demás. Para este último menester, en el piso superior había unas celosías tras las que poder disfrutar de la disección sin ser visto por nadie. Cosa que solían realizar determinadas personalidades de la burguesía catalana.

Celosías del piso superior desde donde poder ver la disección sin ser visto

Debemos agradecer  a Pere Virgili la creación  de la Real Academia de Medicina y Cirugía. De hecho, su busto preside el interior del teatro anatómico. Él, a los 16 años de edad, se marchó a pie a Montpellier para estudiar medicina y anatomía porque Barcelona se había quedado sin universidad. Se había trasladado a Cervera por orden de Felipe V en 1717.

Busto de Pere Virgili en el interior del Teatro anatómico

Años después, durante su estancia en Cádiz, Virgili pidió al rey la creación de una universidad de medicina en esa ciudad, deseo que le fue concedido. Posteriormente, se atrevió a pedir lo mismo para Barcelona, cosa que fue posible en 1768 instalándose en este edificio contiguo al Hospital donde fue sede de la Universidad hasta que, en 1905, se trasladó a la calle Casanova.

Postal de la fachada de Medicina de la Calle Casanova (1906)
Fuente: http://www.flickr.com/photos/jordipostales/with/2434276165/


Tres siglos antes (1401) el rey Martí l’Humà fundaba el Estudio General de Medicina y Artes y se creaba la primera cátedra de anatomía, gracias a la cual se autorizaba la disección de humanos. Antes, sólo era posible hacerlo con animales. Por suerte, gracias a esa cátedra, fue posible la autopsia de los numerosos barceloneses que morían, a diario, durante la gran epidemia de peste de 1650. Dicen que eran tantos los cadáveres que el teatro anatómico se quedaba pequeño, teniendo que realizar las disecciones en plena calle, a la vista de todos los curiosos que se agolpaban para ver el espectáculo.

Sobre la gran plaga de peste que asoló Barcelona (y el resto de Cataluña), debo decir que, para combatirla, surgió la figura del "médico de la peste". Eran licenciados en medicina que se dedicaban, exclusivamente, a atender a los apestados y se desplazaban a todas las ciudades que se les requería. La cuestión es que llegaron a ser tan apreciados que hasta se les concedían privilegios especiales. Para hacernos una idea de lo valorados que estaban, cuando la epidemia se extendió a Tortosa, dos médicos de Barcelona, que iban de camino a la ciudad tarraconense a prestar sus servicios, fueron secuestrados y Barcelona hubo de pagar un alto precio por su rescate.

El médico de la peste

Durante la explicación de Laura Vallshubo quién se interesó en saber si, allí,alguna vez se diseccionaron momias. Por lo que parece, eso no llegó a suceder pero a mí me consta que entre las clases adineradas de toda Europa se organizaban reuniones para desembalar momias. Eran sesiones privadas,realizadas en viviendas particulares, a las que asistían personalidades destacadas del momento.

Finalmente, relacionado con el tema momia, José Pardo nos informó del gran valor que se daba a sus vendas. Según parece, entre la burguesía barcelonesa, se había extendido la idea del poder curativo que ejercían, llegándose a pagar precios astronómicos para hacerse con ellas y elaborar recetas médicas milagrosas.


Panóptica / Cuadróptica

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Hace un par de años la casualidad hizo que una corta estancia en Madrid me permitiera ver Panóptica”, de Max, en la sede del Instituto Cervantes. Una única visión retrospectiva sobre su trabajo, con más de 200 obras, desde que empezó vendiendo fanzines por las calles de la Barcelona underground de los 70 hasta sus trabajos más recientes en el campo de la ilustración. Entonces, a principios de 2012, Max aún no había publicado Vapor, Paseo astralni Conversación de sombras,su cómic más reciente sobre la última noche antes de la erupción del Vesubio que se llevó Pompeya por delante y, también, la biblioteca de Herculano. Obras que ahora sí que aparecen en Oh! Panòptica ficció. Una nueva versión de la muestra que vi en Madrid, que acaba de ser inaugurada en el Arts Santa Mònica y que me ha gustado tanto, o más, que la primera vez que la vi.

"Paseo astral", 2012


"Vapor", 2012


"Conversación de sombras
en la villa de los papiros"
, 2013

En esta nueva Panóptica hay de todo: cómic, ilustración, cuentos infantiles... Pero sobre todo predomina su trabajo más reciente, por voluntad expresa de Max. Desde sus inicios con Nazario y Mariscal en el Rrollo emmascarado” (publicación creada en el piso que compartían en la calle Comerç), hasta sus trabajos más recientes pasando por "Bardín el superrealista", cuyos dibujos llamaron poderosamente la atención de mi hijo de nueve años.

"Bardín el superrealista", 2006

“El sueño” fue una de sus primeras historias publicadas en el “Rrollo” y, sobre ella, en una entrevista reproducida por Onliyú en Memorias del underground barcelonésMax decía que “si la vierais no la reconoceríais como mía…” para continuar explicando que “cuando salió la revista la vendíamos nosotros mismos por las Ramblas clandestinamente (Franco aún estaba vivo). Nos acercábamos a la gente que tenía pinta de enrollada - ¡entonces era muy fácil de distinguir, todos eran melenudos! – y les ofrecíamos la revista, creo que por cincuenta pelas de las de entonces. Así vendimos los mil ejemplares. Pero alguien nos denunció y nos cayó un juicio”.

"El sueño" (El Rrollo enmascarado, 1973)

En cuanto a su trabajo como ilustrador, fue una alegría para mí toparme con el cartel del correfoc de la Mercè de 1984 (al que tengo un amor especial) y con las numerosas colaboraciones realizadas con Pascal Comelade, Los Planetas, Radio Futura, Juan Perro y Kiko Veneno...




"Haikus de Pianos", (Pascal Comelade, 1992)


"Una ópera egipcia" (Los Planetas, 2010)

Mi hijo Marc, por su parte, se quedó fascinado con El llum, la adaptación de un cuento popular mallorquín para el programa Una mà de contesde TVC protagonizado por una madre, su hijo y una casa con fantasma.

Observando el conjunto de la exposición, se nota que a Max le va la mitología y que sabe mucho del tema. Entre sus libros publicados, expuestos en una vitrina, estaba “Órficas”, una historia acerca del mito de Orfeo y Eurídice que, en su día, le encargó la Diputación de Sevilla, que ahora es imposible de encontrar y está muy buscado por los coleccionistas. Desgraciadamente, yo no lo tengo. ¡Ya me gustaría hacerme con un ejemplar!




Y así como Panóptica propone una visión del cómic a través de la obra de Max, Cuadróptica son cuatro visiones del cómic actual según los autores Sandra Uve, Néstor F., Sergi Puyoly Gabriel Corbera, escogidos por el propio Max para formar parte de una exposición complementaria a la suya.

"Hora zulú"(Sandra Uve, 2012)

"UFO"(Néstor F., 2013)
"Francisco"(Sergi Puyol, 2013)

Viendo Cuadróptica me fijé en que, de los cuatro autores allí presentes, Gabriel Corbera era el único que no tenía obra original expuesta. Tan solo impresión digital. Así se lo hice saber e iniciamos, junto a Artur Laperla, una interesante conversación acerca de la pertinencia de colgar, o no, obra original en una exposición. Mientras ellos (que siguen dibujando al modo tradicional con lápiz y papel) defendían la opción formato digital, yo me decantaba por el clásico de siempre.  Ellos alegaban que su obra es el cómic acabado y preparado para salir al mercado. Yo, por mi parte, prefiero ver en una exposición aquello que ha originado el cómic que está a la venta. Una cosa es ver el nacimiento y otra, muy distinta, el producto final que disfrutamos despanzurrados en el sofá de casa.

"Blood-Stained  Dress"(Gabriel Corbera, 2013)

Esta es una discusión en la que podríamos haber estado horas y horas enzarzados si mi hijo no hubiera aparecido llorando porque, en un despiste de ambos, nos perdimos de vista y yo, sumida en la conversación con Artur y Gabriel, olvidé que el niño tardaba en volver de su recorrido por la obra de Max.


"Pesadilla de una noche de verano"(Max, 1997)

Max y Pascal Comelade, combinación perfecta

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Anoche tuve la ocasión de ver, por primera vez en mi vida, un concierto de Pascal Comelade y la Bel Canto Orquestra con dibujos en directo de Max que me dejó realmente alucinada. Fue en el claustro del Arts Santa Mònica como una de las tantas actividades que forman parte de la exposición sobre Max, Oh! Panòptica ficció.


Aunque uno y otro llevan años colaborando juntos, jamás había tenido la oportunidad de verlos en acción. De hecho, su relación se remonta a muchos años atrás, a cuando allá en los 80 entablaron amistad. Ese momento, según la versión de la Wikipedia, fue cuando Pascal se instaló en Barcelona tras pasar unos años en Montpellier, su ciudad natal. Literalmente, dice que en el barrio de Gracia “entró en contacto con cierta bohemia…” y, entre los nombres de los bohemios que se citan, uno es el de Max. En cambio, por otras fuentes he sabido que su primer encuentro fue en un Salón del Cómic de Barcelona de los tiempos pretéritos, ya que Pascal es lector de cómic de toda la vida.


Sea como fuere, desde que empezó su amistad, han hecho muchas cosas juntas y todas muy buenas. Max ha ilustrado portadas de sus discos como “Haikus de Pianos” (1992) o “Pascal Comelade i Cobla Sant Jordi” (2012), realizado carteles de conciertos y hasta un cómic, “Lo piano vermell”(2008), que incluye un CD de Pascal titulado “El Steinway a la Guillotina”. También han salido mucho de gira con la Bel Canto Orquestra, la banda que siempre acompaña a Pascal y que ayer, por fin pude ver.



Cartel para un concierto de Pascal Comelade en el Palau de la Música (2006)


La combinación de música de Comelade y su gente, con Pepino Pascual, que tocan instrumentos en miniatura y hacen música con objetos que son para otras cosas (dígase globo hinchable, tetera o lo que sea), y la ilustración en directo de Max, es tan perfecta que me hubiera gustado que el concierto durara horas y horas y horas… Pero no puedo pedirles tal esfuerzo sobrehumano. Lo que sí puedo hacer es contar lo mucho que me gustó y subir unas pocas fotos que dan fe de lo que acabo de explicar.





Miguel Gallardo y las mascotas

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Parte de la colección particular de Gallardo
utilizada para la exposición "20 años sin Naranjito"
A tres meses de un nuevo mundial de fútbol me acuerdo del de 1982 y no porque me guste este deporte sino por Naranjito, su mascota. Miguel Gallardo me hizo pensar en ello, por asociación de ideas, el día en que me enseñó un álbum de cromos que le encargaron acerca de Curro, la mascota de la Exposición Universal de Sevilla, de 1992. Año en que también se celebraban los JJOO en Barcelona y, aunque su mascota, Cobi, era cosa de Javier Mariscal, Gallardo trabajó con él siendo parte de su equipo.


Miguel jamás ha sido autor de una mascota de eventos de este tipo pero, sabiendo todo esto, se intuye que el tema le va. De lo contrario, no habría aceptado formar parte del estudio de Mariscal, no habría realizado ese álbum de cromos de Curro, no tendría una extensa colección de figuritas de Naranjito que llenan su casa ni tampoco se habría liado a organizar, con Lluïsot, una exposición (en la Galería Llucià Homs) para recordar los 20 años pasados sin Naranjito y que pronto serán 32.


En el año 2002, cuando se cumplían dos décadas de los mundiales de España, Gallardo y Lluïsot (ambos coleccionistas de esa naranja que nadie quería por cutre y por fea) montaron una exposición para recordar la figura de Naranjito y en la que participaron más de 40 artistas. Casi todos, ilustradores y gente del cómic. En aquel entonces, curiosamente, acababa de ser clausurado un Mundial de fútbol al que le había faltado la mascota: el de Corea y Japón.

Lluïsot
Kim

Flavio Morais

Laura Ferraccioli

Dani Jimenez
Años antes, cuando la Exposición Universal de Sevilla de 1992, Miguel y sus compañeros del estudio Pixel Box(Toni Ricart y Ariel Marin) fueron los encargados de realizar todo tipo de merchandising sobre Curro, la mascota oficial. Sobre ello, Miguel me cuenta que, inicialmente, era un trabajo para Roger Subirachs (de “El Víbora”) quien, por lo que fuera, no lo pudo aceptar y acabó en manos del equipo de Pixel Box. Es decir, Gallardo y compañía.


Entre todo lo que hicieron había este álbum de cromos, que acabó siendo un librito de treinta páginas con adhesivos, donde Curro aparecía en distintos lugares y/o ocupaciones. Desde que un día se despertaba en su casa hasta su llegada a Sevilla, en plena Exposición Universal, tras pasar un montón de vicisitudes: un naufragio, el ataque de un tiburón, su captura por parte de un barco pirata…










Ahora, excepto en el caso de Cobi (quien cualquier día se merecerá un post aparte), nadie se acuerda del nombre de los autores de Naranjito y de Curro. Pues bien, resulta que la naranja kitsch, vestida de futbolista, fue concebida por José María Martín Pacheco y Dolores Salto Zamora en un estudio de publicidad llamado Bellido, en pleno centro de Sevilla, mientras que Heinz Edelman (autor de los dibujos de la película de The Beatles Yelow Submarine) fue el creador del pájaro de la Expo de Sevilla 1992.

Artistas participantes en la exposición "20 años sin Naranjito"

El oficio de la taxidermia

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Lluís Soler i Pujol pasó a la posteridad como el taxidermista de la Plaza Real, mientras su comercio es recordado como “el museu de les bèsties. La tienda aún sigue en la memoria de muchos barceloneses y eso la gente de la Fundació Setba lo sabe. Razón por la cual le ha dedicado esta exposición que estará abierta al público hasta enero de 2014.

De Lluís Soler Pujol les puedo contar que nació en Santpedor, que era el segundo de nueve hermanos y que, en principio, iba para clérigo. No porque quisiera sino porque ese era el deseo de sus progenitores. A Lluís, en cambio, le gustaban las ciencias, por lo que abandonó la teología  y se vino a Barcelona para licenciarse en Ciencias Naturales.

Acabados los estudios, se colocó como discípulo de Francesc Darder. El que fuera director de la Colección zoológica del parque de Barcelona y responsable del negro disecado del museo de Banyoles. Ese que hace años provocó tal revuelo que hubo que sacarlo de la vitrina en la que estaba expuesto, llevarlo a Gaborone (donde nació) y darle un funeral digno en el año 2000. Lo curioso de esta historia es que, 10 años después de enterrarlo con todos los honores en el parque de Tsholofelo, su tumba acabó medio abandonada, cubierta de basura y ejerciendo las funciones de banderín de córner en los partidos de fútbol de los chicos del barrio. Para saber más sobre ello recomiendo leer esta crónica de Xavier Aldekoa del 4 de octubre de 2010. 

El negro de Banyoles, según un dibujo de un catálogo de F. Darder (1888)
Lluís Soler aprendió el oficio de la taxidermia con Darder hasta que el maestro cerró el negocio y Soler se estableció por su cuenta en un local de la calle Raurich, 16-18, y Heures 8-10 en 1889. En ese primer comercio estaban expuestos un oso, un ciervo, leones, unos cuantos esqueletos y otras tantas aves. Luego, el local se trasladaría al número 9 de la calle Raurich (esquina con la calle Ferran) para después moverse a la Plaza Real, 10 y, finalmente, instalarse en el local contiguo del número 8, donde antaño hubo el Café Español, del que Àngel Guimerà era un cliente fiel.

Interior de la tienda de la C/ Raurich 16-18
("Manual de Taxidermia", 1908, Lluís Soler)


En la nueva ubicación Soler disecó animales que ahora se pueden ver en la Fundación Setba. Un ejemplo son estos halcones atacando una paloma en el campanario de la Iglesia del Pi (Barcelona).


Otro es la cría de rinoceronte que Dalí le encargó y que, una vez terminado, salió a lomos de él siendo fotografiado por Postius.

Foto: Postius
Hoy en día, el rinoceronte forma parte de la colección del Museo de Ciencias Naturales El Carmen (en Onda, Castellón) junto a un centenar de animales disecados por Palaus, entre los cuales se encuentra la célebre elefanta “Perla” del zoo de Barcelona.


En cambio, me consta que no se conserva la ballena que desapareció durante la Guerra Civil ni la familia de gorilas de enormes dimensiones, disecados en 1904 con la piel y los cráneos que recibió Lluís Soler. Por cierto que los Soler, para disecar, solo utilizaban la piel y los cráneos de los animales. Luego, los rellenaban por dentro con estopa y algodón.



Joan Miró vivía en el Passatge del Crèdit y solía pararse a contemplar el espectáculo que ofrecía tanto bicho junto aunque nunca entró a comprar.  Incluso hay una foto de Francesc Català-Roca que lo certifica.



Personajes famosos con los deseos más extravagantes frecuentaban el museu de les bèsties”.Dalí era su mejor cliente. Solía pasar por la tienda un par de veces al año y, a parte del rinoceronte, pidió disecar un tigre, un león y 200.000 hormigas. Desgraciadamente, este último encargo fue imposible de realizar. Mario Cabré quiso impresionar a Ava Gardneral regalarle la cabeza de un toro que él mismo le brindó. Anteriormente, incluso el rey Alfonso XIII había solicitado los servicios de Lluís Soler para que le preparara la cabeza de un caballo blanco.

En los buenos tiempos, Lluís Soler tenía 50 empleados a su disposición. Eso era a principios de los años 20. Poco después, en marzo de 1923, Lluís Soler moría. Su viuda heredó la empresa y se encargó de ella hasta que su yerno (Josep Palaus) la sucedió y dirigió el negocio toda su vida, exceptuando un par de años (durante la guerra civil) en que unos miembros de la FAI se lo llevaron “de paseo”. Por suerte, a uno de ellos le cayó en gracia y lo salvó de morir. Acabada la guerra, Josep Palaus le devolvió el favor.

Anna Soler (hija de Lluís Soler y viuda de Josep Palaus desde 1979) fue la siguiente en estar al frente de la tienda hasta que ella también falleció. Ocurría en 1986 y entonces el taxidermista ya no era lo que fue ni tampoco la Plaza Real estaba en su mejor momento. Motivo por el cual tres de los hijos de Anna Soler decidieron abrir dos nuevas tiendas en Barcelona y mantener la de la Plaza Real.

Vitrina de la tienda de la Pl. Real captada por la cámara de Toni Catany
Era a finales de los 80 cuando El Periódico publicó un artículo de Óscar Hernández acerca del taxidermista y, donde los responsables del local, contaban que no les gustaba disecar animales domésticos. Intentaban evitar este tipo de encargos y una de las tácticas utilizadas era fijar unos precios astronómicos por la disección de un perro o un gato para hacer desistir al propietario del animal muerto. Aun así, no siempre lo conseguían. Por el contrario, sí que les gustaba preparar bestias salvajes del tipo tigres de bengala, leones y elefantes que conseguían comprándolos al zoo (o a los circos) cuando los animales morían.

En 1991, un año antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona, el Taxidermista de la Plaza Real cerraba sus puertas, se transformaba en un restaurante y Lluís Permanyerse lamentaba de ello en un artículo publicado en La Vanguardia, el 23 de octubre.


Carme Palaus, la hija que se había encargado de la tienda hasta el final, buscó un nuevo local (mucho más pequeño) al otro extremo de la ciudad. “Carme Palaus. Ciències Naturalsrezaba el rótulo de la entrada y se encontraba en el barrio de Sant Andreu. Concretamente, en la Plaza de las Palmeras, 15. Lugar que se mantuvo abierto mientras ella y su marido vivieron y sobre los que Ignacio Vidal-Folchescribió.

Cosas de las que hablar con Manel Fontdevila

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El 14 de junio de 2011 debía celebrarse, en el Parlament, el debate de unos presupuestos extremadamente recortados que, de ser aprobados, nos iban a dejar bastante peor de lo que ya estábamos. Entonces, el movimiento 15-M estaba en plena ebullición. Los Indignados se plantaron ante la puerta del Parlament y se lió parda. Mientras, Manel Fontdevila estaba en la redacción de El Jueves viendo pasar los helicópteros  de aquí para allá. Esta mañana, casi tres años después, Artur Mas prestaba declaración en el juicio y, según su versión, “…Una coacción y violencia así no la había vivido nunca”.

Parte de lo que acabo de contar aparece en No os indignéis tanto, el último cómic de Manel Fontdevila con el que ha conseguido la nominación del Salón del Cómic a la mejor obra de autor español publicada en 2013. Esto, y lo bien que lo pasé leyéndolo, me llevó a llamarlo para hablar del 15-M, la violencia, el espionaje en la red y unas cuantas cosas más.

Roser.-¿Cómo se te ocurrió hacer “No os indignéis tanto”?

Manel F.- No es que tuviera muy claro que quisiera hacer algo así. La cuestión es que, con los años, voy tomando notas de las ideas que me pasan por la cabeza y… Total, que un día me di cuenta que tenía muchas cosas apuntadas que, si las unía, podían formar una historia chula. Y eso es lo que hice. Fue como montar un puzle que me llevó mucho tiempo hasta que un día, de golpe y porrazo, todo cuadró y entonces fue cuando me dije “Osti, la tenim!”

Roser.- También tiene que ver que leyeras “Indignaos”de Stéphane Hessel. De hecho, el cómic empieza así. Contigo en un avión y Albert Monteys prestándote el libro para leerlo durante el viaje.

Manel F.- Ese momento del cómic me interesa por varios motivos. Uno, es que buscaba un punto de partida y este me parece tan válido como cualquier otro. Además, es cierto lo que dices. Estábamos en el avión esperando para ir a Valladolid y Albert me pasó el libro. Lo leí muy deprisa y me pareció que tenía un buen formato. A veces pensamos en libros voluminosos o la gran novela gráfica. En cambio, me gustó esta idea de Indignaos” por ser un libro muy concreto, de sólo 90 páginas, que me hizo pensar en la posibilidad de hacer una cosa similar. La idea de hacer algo económico, pequeño y asequible me gustó. La finalidad es hacer algo con lo que puedas llegar a mucha gente.


Roser.- El cómic empieza con una actitud tuya pero que también es muy propia de todos nosotros… Rajar de lo que nos molesta y callarnos cuando la autoridad nos pregunta. En este caso, la azafata del avión.

Manel F.- Me parecía interesante empezar así y enlazar con el 15-M. Además, me servía para ponerme en situación ante el lector para que viera que el libro no es una lección magistral sino una forma de compartir mis ideas. No soy historiador ni periodista y lo único que hago aquí es compartir mis pensamientos con los lectores.


Roser.- A mi parecer, este es un libro que tendrían que leer todos los políticos. ¿Sabes si alguno lo ha hecho?

Manel F.- ¡Si alguno lo ha hecho lo ha mantenido en secreto! 

Roser.- Has tenido suerte porque lo has publicado en un momento en que ocurren muchas cosas de las que hablas en el cómic.

Manel F.- Pues sí, he tenido suerte aunque el momento en que vivimos no es ninguna suerte para nadie. Yo me sacrificaría. Preferiría que la época fuera mejor y no haber hecho el libro… Pero bien, hasta se dio la casualidad que publicamos el cómic la misma semana en que salió la noticia de la “ley mordaza” de seguridad ciudadana. ¡Imagínate! Sale el libro a la vez que hay un ministro que anuncia una ley que quiere prohibir todo lo que este libro propone como cosa sana e higiénica para la sociedad.

Roser.- Dices en el cómic que, para cambiar las cosas, tiene que haber un punto de violencia y desobediencia…

Manel F.- No sé si la palabra es violencia pero sí. La violencia tiene todo un abanico de posibilidades infinitas.

Roser.- Un ejemplo claro de lo que hablamos es el caso de Gamonal.

Manel F.- Exacto. La violencia provoca que haya una respuesta. Porque, al final, violencia siempre la hay. Lo que ocurre es que, hasta ahora, es patrimonio del Estado y piensas que quizá, al final, tendremos que responder a esta violencia y desprecio. Por lo tanto, tampoco deberíamos ser tan remilgados.

Roser.- Hablando de Gamonal, me hizo reír cantidad la viñeta que publicaste hace unos días en eldiario.es. Esa del tuitero… De cosas como esta también hablas en “No os indignéis tanto”.

Manel F.- Ese chiste va muy en consonancia con el cómic, sí.

¡Victoria! Eldiario.es (15/01/2014)
Roser.- Además, en el mismo cómic, confiesas que tú sueles tomar esa actitud.

Manel F.- Si, si... De hecho todos lo hacemos eso de hablar desde casa. ¡Es inevitable! El nuestro es un país que no tiene tradición de salir a la calle y parece que todo el mundo esté pendiente de una señal para hacerlo. Al final, el caso de Gamonal es un claro ejemplo de manual. Cuando te toca algo de cerca, que en este caso es el aparcamiento, entonces sí que  sales a la calle. ¡Y lo hace todo el mundo! Por lo tanto, igual la gente espera a que la situación sea insostenible para decidirse a actuar.

Roser.- Además, también ocurre que estamos acostumbrados a quejarnos y que no nos hagan caso y, por una vez que la cosa sale bien… ¡Hasta nos parece raro!

Manel F.- Es que es así... Pero ahora parece que se empiezan a conseguir algunas cosas como esto de Gamonal o las “mareas blancas”, que aún no se si la privatización de los hospitales se ha parado por las movilizaciones o bien por la resolución judicial.

Roser.- Está la sentencia judicial pero la movilización de los trabajadores también ha sido clave. 

Manel F.- Poco a poco la gente se empieza a mover y a conseguir cosas. Eso tendría que servir para que el engranaje empiece a funcionar.

Roser.- En “No os indignéistanto”cuentas que, cuando estuviste en Valladolid para unas jornadas de cómic, pasaste por la plaza de la acampada del 15-M y la viste empapelada de los chistes de “El Roto”. Eso de que los del 15-M meten chistes de “El Roto”, los funcionarios de Forges y que no queda sitio para ti te lo he oído decir más de una vez.

Manel F.- ¡Que conste que también había alguno mío! Eso de Forges y El Roto básicamente es un chiste. El Roto es obvio que sea el chiste de colgar en la calle. Los míos no lo son porque hay que pararse a leerlos. En cambio, El Roto es  como una bofetada. Por lo tanto, es normal que sus chistes estén en la calle. Ahora bien, lo de Forges y los funcionarios ya no lo entiendo tanto.


Roser.- Un momento clave del cómic es el del pollo que se montó el día del debate de los presupuestos de 2011 en el Parlament.

Manel F.- Tengo ganas de ver cómo acaba esto porque, en este sentido, la justicia es implacable y aplica la ley al pie de la letra. Es triste que la ley no sea legítima pero, por otra parte, entiendo que sea así y que si haces daño a alguien esta persona tenga derecho a denunciarte.


Roser.- Aquí, sobre mi mesa, tengo esparcidos unos cuantos de tus cómics y veo que siempre pintas al obrero y al empresario de la misma forma. El trabajador con casco de paleta y el empresario bien trajeado y con gafas de sol.

Manel F.- Esto es retórico. Es caligrafía… Al final, cuando dibujo un obrero con el casco, no deja de ser como todo lo que escribo en el resto del chiste. Lo que ocurre es que escribo tanto con la letra como con el dibujo. Cuando hago un obrero con su casco, evidentemente, no estoy hablando de un paleta de la construcción sino de un trabajador base. Al empresario lo pinto con gafas oscuras por algún motivo que circula por el inconsciente colectivo y que dice que el empresario siempre lleva gafas de sol… También lo pinto más realista porque me interesa que se entienda que, mientras el obrero forma parte de algo más general, el empresario pertenece a un grupo de gente muy concreta. No le hago una caricatura real, porque me cuesta mucho y tampoco sirve para nada, pero sí que lo pinto de forma que se sepa que esa gente existe, que es responsable y que, por tanto, me interesa identificar mejor.

Roser.- Creo que disfrutas haciendo diagramas y gráficas. ¡En “No os indignéis tanto” hay un montón!

Manel F.- Sí que me gusta y lo hago desde hace tiempo. Cuando empiezas a trabajar en una página en blanco puedes meter lo que quieras porque todo vale. Hay una forma de trabajar, siguiendo una narrativa tradicional, que está muy bien para explicar según qué cosas. Pero también hay otra y es que, cuando estás ante la página, puedes jugar con ella de muchas formas distintas… Con diseños, diagramas… A mí me gusta mucho rotular, hacer letras distintas… Y todo ayuda. Sobretodo interesa si ayuda a explicar la historia y, si además consigues que tenga una función humorística y que consiga que el lector vaya de un lado a otro… ¡Pues está muy bien!



Roser.- Y en “No os indignéis tanto” no falta la famosa portada de “El Jueves” secuestrada.

Manel F.- Este es un temaque intento evitar pero que, en este caso, me iba bien. Además, es una historia que he vivido ya que fui el guionista y Guillermo Torres el dibujante. Con este libro he intentado construir una historia acerca cosas que han pasado, partiendo de mis propias experiencias. Explicar el 15-M a partir de mi estancia en Valladolid o lo que vi el día del debate de los presupuestos de la Generalitat en el Parlament… De hecho, esto último lo cuento desde el punto de vista de que yo estaba en la redacción de “El Jueves”y veía los  helicópteros pasar. He intentado llevarlo todo hacia mi terreno porque no soy historiador ni periodista ni pretendo explicarlo como si de una clase se tratara. En realidad, lo que quiero es hacerlo como autor y testimonio de los hechos.


Roser.- Actualmente se oye mucho eso del espionaje en las redes sociales. En Cataluña, el CESICAT ha espiado gente relacionada con el 15-M a petición de los Mossos d’Esquadra. Al menos eso es lo que dice el Conseller Felip Puig…

Manel F.- Ya, pero al final habrá que ir tirando… ¡No hay remedio! Eso de que nos espían es muy feo. A nadie le gusta  pero al final tendremos que vivir con ello. De hecho, no es cosa nueva sino que es algo sabido de siempre… La primera vez que me saqué el DNI había gente que comentaba que los documentos llevaban una marca especial que servía para que te espiaran en casa.

Roser.- Pero eso ya es cosa de las conspiranoias que ven algunos…

Manel F.-Es que hay mucha conspiranoia en eso de que nos espían… Y estoy seguro que es algo contra lo que no podemos luchar. Tendremos que empezar a pensar que nuestras cosas más privadas tampoco son nada fuera de lo común. Aunque también es cierto que hay casos y casos…

Roser.- Mira, yo que soy bloguera y usuaria de las redes sociales pienso que, en el momento en que escribes cualquier cosa en internet, has de ser consciente que eso lo va a leer gente y que aquello que acabas de decir será público desde el momento en que lo cuelgas en la red.

Manel F.- Sí, de hecho es curioso ese rechazo que mostramos a ser espiados cuando, a la vez, sufrimos una especie de exhibicionismo total tanto en Twitter como en Facebook. Hay gente que lo cuenta todo sobre sí mismo… Que si “hoy me he currado una comida que no veas…”

Roser.- O que si “me he pegado unas grandes vacaciones...”

Manel F.-Tenemos una necesidad de contar nuestra vida que no deja de ser curiosa. Twitter se aguanta en un norma de educación, que no está escrita, y que es la de no contestar “¡Y a mí qué!” a todo lo que se dice en la red. De hecho, a casi todo lo que se cuenta en Twitter podríamos responder eso: “¡Y a mí qué!” Por ejemplo, si alguien dice “He llegado tarde a trabajar” perfectamente le podríamos responder que nos importa un pimiento. Hay toda una tendencia a contar nuestras vidas que no me deja de sorprender. Aunque a veces sí que algo interesante. Pero, en cambio, no puedes evitar sentirte integrado en esta rueda de conversación de patio de vecinos porque, al fin y al cabo, Twitter no es más que eso… ¡Un patio de vecinos gigante!

Roser.- En “No os indignéis tanto” haces toda una disertación sobre el humor inteligente y la idea de que “La Codorniz” era considerada como tal. En cambio, tú discrepas de esto.

Manel F.-  Esta era la parte del libro que más miedo me daba. No sé si forma parte de una paranoia personal o qué pero esta parte es la que acaba por dar el vuelco final al cómic y, si me la saltaba, me quedaba sin libro. Así que al final lo incluí y, cuando mi mujer me dijo que quedaba bien, me alegré cantidad.



Roser.-Y tienes razón cuando dices que fue una revista que eclipsó todas las demás, fuesen anteriores o posteriores a ella.

Manel F.- Si, si... ¡A todas! Yo, cuando hice eso de la portada me lo oí decir durante mucho tiempo. De hecho, aún me lo dicen. Pero la gente de “La Cordorniz”, resumiendo mucho, hacía humor cuando vivía Franco y se encontraba a gusto con esa situación. Por tanto, si tengo que ir hacia ahí… ¡Pues mal! Ya entiendo que “La Cordorniz” era una revista con un humor bien hecho y que la llevaba gente muy ingeniosa… Pero no la considero un modelo a seguir. ¡A mí que no me obliguen a hacerlo! Yo creo que el problema viene cuando se quiere convertir en modelo a “La Cordorniz”.¡Ese es el drama!

Roser.- Hace unos días le contabas a Gerardo Vílchez de Entrecomics que te planteabas hacer un blog sobre temas de Cataluña. ¡Pues estaría bien porque con todo lo que está pasando tendrías tema para rato!

Manel F.-¿Te leíste toda la entrevista? ¡Era muy larga!

Roser.- ¡De cabo a rabo!

Manel F.- Pues sí que me gustaría hacer algo sobre Cataluña, sí.

Roser.-Como ahora trabajas para eldiario.es y es un diario español…

Manel F.- Sí, y hay cosas de las que me gustaría hablar pero que quedan un poco lejos para un diario nacional. Por eso me gustaría hablar de lo que ocurre en Cataluña, sea con un blog u otra cosa. Puede que un “No os indignéis tanto” dedicado al proceso que ahora vivimos en Cataluña estaría bien. Lo que pasa es que primero tendría que acabar todo el proceso para que luego se pueda hacer el libro.

Roser.- Pues piensa en ello porque creo que es una buena idea. Por otra parte, hay una cosa más que te quería comentar sobre este cómic que acabas de publicar y es que siempre te he oído decir que te cuestahacer historias larga. En cambio esta lo es bastante ¿no?

Manel F.-  Pues sí… Y lo que me gusta más de todo esto es que he encontrado un formato con el que me he sentido muy cómodo en cuanto a extensión. Lo más difícil ha sido ligar la historia pero cuando ya la he tenido ha sido muy fácil de hacer. A mí aún me cuesta eso de hacer historias largas pero esta vez me ha gustado. La verdad es que cada vez me cuesta más esto de la ficción e inventarme historias y diálogos.

Roser.- Hombre, de ficción  hay poca en este cómic. Todo lo que cuentas es bastante real. Hablas de cosas que han ocurrido y que has visto.

Manel F.-Es otra forma de hacer ficción. En  cualquier caso, aquí, me creo lo que cuento y es más próximo a mí. 



¿Es un pájaro o un avión lo que pasa frente a Colón?

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Cartel original presentado en el Salón

Hace un par de semanas que el cartel del Salón del Cómic de este año, realizado por Carlos Pacheco, tiene un aspecto distinto del que tenía el día de su presentación oficial. Cosa de la que no me he enterado hasta esta mañana, cuando mi post de hace un año sobre los carteles del Salón ha vuelto a revivir.

Tras preguntar por lo ocurrido, descubro que Marvely DC Comics no permiten la aparición conjunta de sus personajes mezclados en una misma ilustración. En este caso, son Thor y Supermán. Por eso, Carlos Pacheco se ha visto obligado a hacer un apaño eliminando los distintivos del uno y del otro y, así, convertirlos en dos superhéroes anónimos que pasaban por aquí, justo por delante de Colón. Luego Ficomic ha hecho el cambio sin dar ninguna explicación, quizá pensando que así pasaría inadvertido teniendo que ser el propio autor del cartel quién, en su día, tuviera que contar lo ocurrido.

Por mi parte, que en tema superhéroes estoy muy pez, no me he percatado del cambiazo hasta hoy, cuando mi nombre y mi post del año pasado han salido a relucir en una conversación twittera. En cambio Absence, que es un visionario y de superhéroes sabe un porrón, ya hace semanas que dijo que la única polémica posible sobre el cartel podría venir por el uso de personajes de Marvel y DC.

Cartel modificado según las exigencias de Marvel y DC



Recomendaciones para Sant Jordi 2014

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Primer día del libro en Barcelona (1931)
Otra vez llega Sant Jordi y, como vengo haciendo desde que abrí el blog, dejo aquí mi lista de recomendaciones literarias de libros y cómics, tanto leídos como no. Entre los no leídos, algunos están sobre mi mesilla de noche esperando turno, mientras que otros están pendientes de adquirir, posiblemente el próximo 23 de abril.

Una vez confeccionada la lista, me he fijado que es casi monotemática y que las historias sobre Barcelona y la guerra son las que más me interesan. Temáticas que se repiten una y otra vez en el blog.

SOBRE BARCELONA

“Mentiré si es necesario”.Daniel Ausente (Los libros del butano popular).

Hace unos días su autor decía en la red que no daría crédito a ninguna lista de recomendaciones que no incluyera su libro. Pues aquí está y espero que aparezca en muchas más. No porque él lo haya pedido (aunque sea en broma) ni por hacerle la pelota a mi señor esposo, sino porque me encantó el libro pese a conocer, previamente, casi todas las historias que relata. Muchas las había oído en reuniones familiares, otras me las contó él mismo y, la mayoría, las leí en su momento en su sección de elbutanopopular

Aquí, Absence (Daniel Ausente o como prefieran llamarle), se transforma en un cronista bárbaro de la Barcelona de su infancia y su juventud con su familia por en medio. El título ya lo dice todo: Mentiré si es necesario. Pues eso, que hay mentiras y verdades… Todas tan bien puestas que es casi imposible saber dónde empieza la una y dónde acaba la otra. Pero eso es lo de menos. Lo importante es que es un libro que me ha hecho reír y, como todo el que lo ha leído, lo devoré casi de un tirón.

Por cierto, que su autor, por Sant Jordi, estará firmando el libro en Freaks (c/ AliBei, 10) de 17:00 h. a 18, 15 h. 


“Barcelona on the rocks 2”.Fernando Muñiz y Sergio Fidalgo. Cara B Ediciones.

El verano pasado leí “Barcelona ontherocks, primera parte de este libro.  Un recorrido (ojo, no confundir con una guía) por un montón de bares de Barcelona, por los que sus autores se han dejado caer, muchas veces, acompañados de unos cuantos personajes conocidos de la cultura barcelonesa.  Ellos, sus invitados, les han llevado a sus locales favoritos y les han contado mil y una historias sobre esos bares y el porqué les gustan tanto.



En este primer volumen de “Barcelona ontherocks descubrí locales totalmente nuevos para mí aunque, en realidad, llevaran más de 90 años abiertos. Como el bar Delicias del Carmelo, bajo las baterías antiaéreas del Turó de la Rovira, que existe desde los años 20 del siglo pasado y que está excavado en una cueva que se usaba como refugio mientras duró la Guerra Civil. Ahora, la cueva es el almacén del bar y, por lo que dicen Muñiz y Fidalgo, las tapas que allí se sirven están de muerte.

“Barcelona ontherocksfue publicado en 2011 y, de entonces hasta ahora, sus autores han seguido (y siguen) yendo de bares. De hecho, han estado en tantos que han podido publicar este segundo volumen que, actualmente, tengo a medio leer y que disfruto cantidad.


A destacar el capítulo en que se citan con Xavier Theros en Los Caracoles y él les cuenta casi todo lo que sabe (que es mucho) sobre la relación del restaurante con los marineros de la VI Flota Norteamericana. Por cierto, que para saber más sobre la Sexta Flota en Barcelona, el libro de Theros es de obligada lectura.

Daniel Ausente también aparece en este libro y lo hace para explicar, junto a los integrantes de “Las sombras”, una historia delirante sobre la primera vez que el grupo se subió a un escenario. La anécdota ya aparecía en “Mentiré si es necesario” pero a Fernando Muñiz le gustó tanto que la quiso oír por boca de todos sus protagonistas.

En “Barcelona ontherockstambién aparece Paco Calatrava. El hermano feo de Manolo Calatrava, el dúo que salía en televisión cuando yo era bien pequeña. Y lo que es peor…. Que entonces eran muy amigos de mi primo (el que luego fue el mestreBardagí) y que tocaba la guitarra con ellos. Los Calatrava se pasaban la vida en casa de los Bardagí¡Y a mí me daban mucho miedo!  Motivo por el cual odiaba ir los fines de semana a comer a casa de mis primos.

Tanto Fernando Muñízcomo Paco Calatrava estarán firmando en Freaks (c/ AliBei, 10) de 17:00 h. a 18, 15 h, con Daniel Ausente sentado a su lado, como ya he dicho antes.

“Barcelona museo secreto”. Ignacio Vidal-Folch. Actar D.

En su día se me escapó. Fue publicado en 2009 y yo ni tan siquiera me enteré. ¡Gran pecado por mi parte! ¡Tanto que me gusta cómo escribe Ignacio Vidal-Folch! Suerte que hace poco supe de la existencia de este libro que recoge un montón de artículos brillantes publicados en El País sobre la Barcelona oculta y desconocida que tanto adoro.



“TODO SOBRE… BARCELONA”. Jaume Vidal y Pep Brocal. Norma Editorial.

Un libro precioso, recién salido de la imprenta, con unas ilustraciones magníficas de Pep Brocal y texto de Jaume Vidal sobre la Barcelona actual y tradicional, tan turística que es ella… Se trata de una especie de guía, inspirada en los libros de la serie “Esto es…” que existían cuando yo era pequeña. Serie en la que Jaume Vidal se basó cuando recibió este encargo de la editorial hace tan solo unos pocos meses.



“Jamás me verá nadie en un ring”.JuliàGuillamón. Editorial Comanegra.

 El nuevo libro de JuliàGuillamón lo descubrí gracias a este artículo de Xavier Theros en El País”. Garantía suficiente que el libro me va a gustar. Es la historia del boxeo en Barcelona en una época previa a la Guerra Civil explicada a través de la biografía de uno de sus pesos pesados, el pugilista Pedro Roca, que acabó con la licencia retirada para evitar su muerte en un ring.


 “La guerra como aventura. La LegiónCóndor en la Guerra Civil española 1936-1939”. StefanieSchüler-Springorum. Alianza, 2014

Hace unos días Jacinto Antón escribía en El País acerca de este libro y enseguida supe que mi prioridad de este Sant Jordi sería hacerme con él.

Su autora, la historiadora alemana experta en la Legión Cóndor, StefanieSchüler-Springorum,relata la historia del contingente que Hitler envió a Franco para echarle una mano durante la Guerra Civil. Pero lo que el caudillo no sabía era que los integrantes de la Cóndor venían con ganas de hacer turismo bélico. Llegaron cargados con sus cámaras de fotos y, cuando no bombardeaban la población civil desde sus aviones, mataban el tiempo comprando  souvenirs, cazando en el campo y celebrando grandes fiestas con borrachera incluida.



“Los surcos del azar”. Paco Roca. Astiberri

Aunque de “Los surcos del azar” ya hablé mucho en su día, incluso con su autor, no puedo evitar volverlo a recomendar ya que tiene todos los ingredientes de los libros que más me gustan: ser una novela gráfica que cuenta una historia rescatada del olvido. La de los integrantes de “La Nueve”. Una compañía, formada principalmente por españoles republicanos que habían luchado contra Franco en la Guerra Civil y que, en la II Guerra Mundial, hicieron lo propio bajo las órdenes del CapitanDronneen la segunda división blindada del General Léclercy que consiguieron liberar París de los nazis.



Para terminar, dejo aquí el enlace a mi post con las recomendaciones de Sant Jordi de 2013 y demás entradas sobre mis lecturas favoritas realizadas en el último año por si os sirven de inspiración a la hora de escoger los libros de esta semana.


































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